DOCTV Latinoamérica cumple 12 años: balance y perspectivas en entrevista con su coordinadora, Tanya Valette
Consecuente con su espíritu integrador de las cinematografías latinoamericanas, el programa DOCTV Latinoamérica tiene un sistema rotativo para la titularidad de su Unidad Técnica. Desde enero de 2017 la misma está a cargo de la Dirección General de Cine (DGCINE) de República Dominicana. En LatAm cinema conversamos con la coordinadora general y ejecutiva de la VI edición, Tanya Valette, a cuatro meses de culminar su gestión, en una tarea que combina con la dirección de la Carrera de Cine de la Escuela de Diseño y Bellas Artes de Chavón.
DOCTV Latinoamérica es uno de los programas de la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI) creado junto a la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano hace 12 años. Hoy se ha consolidado como una de las principales herramientas que permiten la coproducción de documentales en la región. La presente edición involucra a 16 países que conforman una red de 19 televisiones públicas.
Sus responsables aseguran que se trata de “una iniciativa regional de gran impacto que marca un hito en la producción audiovisual, porque es la única instancia de fomento que involucra y garantiza la distribución y emisión de documentales en los países de la región, algo sin precedentes similares”.
¿Cuáles fueron los principales desafíos al frente de la Unidad Técnica?
Pienso que lograr una serie de calidad y trascendencia, con documentales de creación en los cuales se respetara, por encima de todas las cosas, la voz y poética autoral. Era preciso entonces, teniendo esto en primera línea, lograr una coherencia dentro de la diversidad, con respecto al eje temático de esta edición que es la música.
¿Cuáles son tus principales objetivos para lo que resta de esta nueva edición?
Nos queda por delante consolidar una buena y amplia recepción en los canales pertenecientes a la red y que la mayor cantidad posible de documentales sean seleccionados en festivales de cine alrededor del mundo.
El ciclo, al igual que los espectadores, goza de una diversidad que refleja la complejidad de nuestro continente y la armonía que reside en ello.
¿Qué balance hacen del programa al día de hoy?
Hoy vemos un programa que se mantiene con muy buena salud, a pesar de que en esta edición tuvo que enfrentarse a recortes presupuestarios importantes. El hecho de poner en sinergia creativa a cineastas de la región y de fomentar, tanto a nivel de producción como de reflexión y de pensamiento, el hecho artístico en toda una generación de creadores, me parece un gran acierto que debe continuar teniendo un lugar en el espacio audiovisual de la región.
En el pasado algunos encargados de programación de los canales involucrados planteaban la necesidad de poder seleccionar cuáles capítulos emitían porque consideraban que la calidad final no siempre era buena ¿Cómo se puede revertir esto?
En esta edición hemos tenido como uno de nuestros objetivos revertir ese desbalance y estoy convencida de que lo hemos logrado. Pienso que una de las claves ha sido poner a trabajar juntos, desde el inicio, a la dupla de realizadores y productores junto con asesores de primera calidad, incluyendo a la empresa de postproducción encargada de los deliveries a los canales. Fue también de vital importancia contar con un asesor de montaje que estuvo acompañando el proceso a lo largo de una etapa a la vez compleja y frágil en términos creativos. La relación creada a partir del taller en República Dominicana, y que se mantuvo a lo largo de todo el proceso, creó un espíritu de compromiso y colaboración con el programa, entre todas las partes que conformamos esta VI edición.
¿Qué proyectan para el futuro de DOCTV?
En la Asamblea de las Autoridades Cinematográficas de la región, que tendrá lugar este año en noviembre en Roma, se tomarán las decisiones sobre la temática de la próxima edición así como el país que llevará la misma. El futuro es la continuidad del programa, así como su fortalecimiento y la ampliación de la Red de Televisiones públicas emisoras. Ojalá que también se vea la inclusión de los países que faltan por participar en este espacio.
¿Cómo describirías el ciclo, teniendo en cuenta que sus espectadores son muy diversos?
El ciclo, al igual que los espectadores, goza de una diversidad que refleja la complejidad de nuestro continente y la armonía que reside en ello. Es un espejo que nos devuelve una imagen nada monolítica de lo que somos hoy: una región culturalmente muy rica, atravesada por influencias ancestrales que nos hacen vibrar con diferentes ritmos, acentos y texturas musicales. Hay que instalarse a verla desde el asombro y el gozo.