• Cannes 2017: Ivette Liang, productora de “La defensa del dragón”

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Cannes 2017: Ivette Liang, productora de “La defensa del dragón”

El debut de Natalia Santa es la primera película colombiana dirigida por una mujer que participa en la Quincena de los Realizadores. Producida por Galaxia 311, “La defensa del dragón” es una historia urbana que relata la cotidianeidad de tres amigos de clase media que se refugian en la seguridad de sus mundos.

Tras su paso por diversos laboratorios de desarrollo, el filme fue descubierto por la sección paralela del certamen en un pase privado organizado por Proimágenes Colombia en el FICCI; y se presenta como una de las grandes sorpresas latinoamericanas en esta edición de Cannes. La película cuenta a bordo con la berlinesa M- Appeal como agente de ventas internacionales y CineColombia estará a cargo de su lanzamiento en salas nacionales. LatAm cinema dialoga sobre su estreno mundial con su productora, Ivette Liang.

¿Qué objetivos se proponen en el festival?

Primero que todo disfrutar la película por primera vez con público y en pantalla grande. ¡Eso nos tiene muy emocionados! ¡Y en Cannes! Encontrar distribución, mover los proyectos nuevos. Aprovechar al máximo todos los contactos que podamos hacer para el futuro de la película. Sobre todo, disfrutar del estreno, después de cinco años de duro trabajo.

Cada año miles de largometrajes aspiran a ser seleccionados en las diversas secciones del festival, ¿por qué consideras que la película fue elegida?

Creo que lo que sorprendió a los programadores fue encontrarse una película distinta dentro de la cinematografía colombiana. “Personajes patéticos simpáticos”, así los definió Édouard Waintrop a nuestros protagonistas en las primeras charlas que tuvimos en el proceso de selección. Y sí… Es una historia de ciudad, que retrata una clase media donde los conflictos son pequeños a simple vista, y que habla sobre la resistencia de tres hombres mayores al inefable paso del tiempo. Además, está narrada desde una propuesta estética arriesgada y que cuenta la historia de estos tres viejos amigos en un momento de la vida al que todos vamos a llegar. Es una película para reflexionar sobre la vida y la amistad que te deja un buen sabor al final. Y por supuesto, pienso que el punto de vista de una mujer retratando a tres hombres en la madurez, fue algo que los sorprendió.

cCreo que nuestra principal dificultad radica en nuestro público. Tenemos que buscar la manera de llegar a ellos, de llenar las salas. Pero también hay que buscar alternativas para la distribución y cada película tiene su propio camino.

¿Podrías dar algún consejo a otros productores regionales sobre el proceso de selección?

La película la mostramos en el marco del festival de cine de Cartagena de Indias, en una proyección privada que organiza Proimágenes Colombia para programadores de cine invitados, donde muestran las películas próximas a estrenarse en Colombia. Aquí ellos la descubrieron. La verdad, dudamos mucho si mostrarla o no, pues la película estaba muy frágil aún pero sabíamos que esta proyección era privada y con control de quien la podía ver. Estos espacios son muy buenos porque como productor tienes el acceso a conversar con los programadores, conocerlos, saber qué piensan de tu película. Invitarlos a que la vean. Los programadores están siempre buscando películas nuevas, descubriendo, y hay que dejarse descubrir…

¿Qué significa para la película estar presentándose al mundo en Cannes?

Es una arrancada muy importante estrenar una película en un festival clase A. Es la oportunidad de poder llegar a mucha más gente. Tener un recorrido más largo en festivales y probablemente una ruta comercial en salas muy interesante. Lo que más nos gustaría es que la película se pueda ver en todo el mundo.

¿Qué análisis haces de la participación de la película en laboratorios de desarrollo y Work in Progress?

La película participó en varios laboratorios. Estuvimos en Encuentros Cartagena, luego en un taller para proyectos en desarrollo que organizó Tribeca en Bogotá y también estuvimos en Nicaragua, participando del taller de ibermedia para proyectos de Centroamérica y Caribe en 2014. El proyecto creció mucho en estos laboratorios. Tuvimos asesorías de gente muy diversa con puntos de vista a veces muy distintos. Todos interesantes y de alguna u otra manera y los aprovechamos siempre. Hay que ser muy cuidadosos con los comentarios que uno acepta, pero en todo caso, hay que escuchar porque son profesionales con mucha experiencia. En nuestro caso, nosotras crecimos mucho a la par que crecía el proyecto. Creo que esto nos dio la seguridad que necesitábamos para enfrentarnos al rodaje y asumir toda la producción de la película.

¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta la producción en Latinoamérica hoy?

Creo que cada día hay más opciones para hacer películas y se nota en los últimos años el aumento de la producción de cine. Películas de alta calidad y llenas de buenas historias. Pero creo que nuestra principal dificultad radica en nuestro público. Tenemos que buscar la manera de llegar a ellos. De llenar las salas. Pero también hay que buscar alternativas para la distribución y cada película tiene su propio camino. No todas son para salas de cine y no todas son para internet. Tenemos que buscar nuevas formas. El público se está acostumbrando también a otro tipo de contenidos, pero creo que el cine seguirá teniendo su espacio. Tenemos que luchar también por leyes de cine que nos protejan, que protejan nuestro cine, tenemos que hacer industria y crecer.