Jason Vreeman, Senior Sales Manager Latin America, Doremi Labs

Con más de dos décadas de experiencia en la industria audiovisual, Jason Vreeman es un gran conocedor del mercado de la exhibición latinoamericano. Actual Senior Sales Manager para Latinoamérica de Doremi Labs -el desarrollador de software y fabricante de servidores y tecnología digital- Vreeman ha contribuido con su trabajo al liderazgo de esta empresa en la digitalización de salas cinematográficas en el continente. En entrevista con LatAm cinema, Vreeman habla sobre el proceso de digitalización en el continente, el apoyo público a esta transformación tecnológica y el futuro de las salas cinematográficas.

¿Cómo se está dando el proceso de digitalización de salas en Latinoamérica?
En el continente algunos países se van a digitalizar más rápidos que otros y estimamos que el proceso llevará entre 12 y 18 meses. La velocidad de este proceso dependerá en cada país de temas como la implementación del modelo de VPF (virtual print fee, cánon sobre la copia digital que pagan los productores y distribuidores al exhibidor en concepto de compra del equipamiento digital).

Pero en algunos países, como Brasil, la digitalización cuenta con un decidido apoyo estatal.
En el caso de Brasil hubo apoyo estatal para la digitalización de salas y la línea de crédito que están ofreciendo tiene como garante al integrador del VPF. Pero además de Brasil, hay otros países que están apoyando el proceso. Por ejemplo, en Argentina el INCAA está muy involucrado en el tema. La digitalización de salas es muy importante para ellos y están estudiando varias maneras para conseguirlo. Como parte de esta situación, nuestra compañía ha decidido fabricar uno de sus servidores, el IMS1000 AR, en Argentina. Una decisión que se debió, en primer lugar, por un tema de impuestos ya que resulta muy caro importar equipos desde Estados Unidos a la región, pero también con la intención de hacer un aporte a la industria argentina y también a la industria cinematográfica del Mercosur. Además de Argentina y Brasil, donde Doremi es muy fuerte, estamos entrando en Chile, Paraguay, Perú, Bolivia, Uruguay y Venezuela, donde el exhibidor más grande está equipado totalmente con nuestros equipos.

¿Qué ocurrirá una vez finalizada la digitalización de salas en el continente?
Más que un fabricante de servidores, Doremi es una compañía de tecnología de cine digital. Desarrollamos software y fabricamos hardware para decodificación, tenemos productos que permiten la accesibilidad a salas para sordos y ciegos, convertidores de audio digital-analógico, entre otros.
Ahora, cuando el 55% del mercado mundial utiliza tus soluciones es lógico que los grandes estudios se acerquen a ti, porque si las nuevas iniciativas que están pensando no funcionan en tu equipo, no funcionarán en la mitad del mundo. Eso ocurre con los grandes estudios de Hollywood que cuando están pensando algo nuevo se tienen que asegurar que funciona dentro de la infraestructura existente que hay en el mundo.

¿El 3D sigue siendo el futuro para las salas cinematográficas? ¿Qué tendencias han detectado en la compañía a nivel mundial?
Yo creo que el 3D se ha saturado y que los grandes exhibidores van a mantener un 30% de sus salas con esta tecnología. Pero los grandes exhibidores están pensando en el futuro y no solamente en lo que les puede ofrecer Hollywood sino también en contenidos alternativos y en nuevas ideas que puedan agregarle valor a la experiencia del cine, como la transmisión de óperas, conciertos o partidos de fútbol. Por otra parte, creo que vamos a ver un crecimiento en la oferta de juegos con la creación de hubs en los que podrás comprar tu entrada y jugar en la pantalla de un cine. También crecerán las llamadas segundas pantallas donde el público puede llevar a la sala sus Ipads o smartphones para poder interactuar con lo que está viendo. Sin duda que vamos a ver un salto dentro del mundo del cine, con diferentes ideas y experimentos, todas buscando hacer crecer el negocio de la exhibición ofreciendo nuevas experiencias interesantes al público.

Nosotros estamos muy involucrado en estos cambios y por eso hemos desarrollado un equipo receptor y reproductor -el LE100- capaz de grabar contenido alternativo que llega a través de satélite y proyectar tanto en vivo como en diferido ya que el mismo equipo se encarga de convertirlo, luego, en un DCP propio y lo envía directamente al sistema de gestión de cada sala para que se exhiba hasta en cuatro pantallas a la misma vez. Esto le garantiza al exhibidor el mayor rendimiento a su negocio ya que puede habilitar salas para este tipo de contenido alternativo de acuerdo a la demanda de entrada que vaya teniendo.

Volviendo a Latinoamérica, ¿la digitalización de salas está siendo tan rápida como lo habían imaginado?
Hasta el momento la digitalización ha ido un poco lenta ya que el exhibidor tiene muchas opciones y después ha entrado en juego el tema de la VPF y los exhibidores han tenido que ver, y están viendo, si es un sistema que funciona para ellos o no. Pero hay decisiones que son más importantes que la de elegir un servidor ya que el exhibidor debe elegir, también, el proyector, si va a cambiar la pantalla o no, si equipa la sala con 3D, si actualiza el audio, etc. También debe hacer mantener actualizado el cine mismo, cambiar las butacas… Como ve, hay muchas decisiones que tomar y eso ha ralentizado, en forma lógica, la digitalización de salas en el continente. De todos modos, creo que a partir de enero vamos a ver un empuje muy fuerte de la digitalización en toda Latinoamérica. Muchos de los grandes grupos están tomando decisiones ahora mismo. Brasil va a llegar a una digitalización casi total en los próximos 12 meses gracias a los fondos que está aportando el gobierno. Cinepolis en México ha terminado de digitalizar sus salas, la cadena Cinemark está dándole un empuje muy fuerte a la digitalización en todo el continente, Cinecolombia está digitalizado al 100% y todas las nuevas obras que están realizando han sido concebidas para cine digital. Los pequeños exhibidores son los que todavía están viendo cómo hacerlo y seguramente vayan a tardar un poco más en llegar.

¿Cuál es el costo promedio de digitalizar una sala?
El coste de digitalizar una sala ha cambiado mucho y depende sobre todo de la elección del proyector, que significa casi el 70% del costo del cambio. El promedio está más o menos en unos 60 -70 mil dólares para digitalizar una sala pequeña o mediana. Para muchos exhibidores esto es algo nuevo y ellos no entienden necesariamente el proceso digital por eso, una vez realizada la inversión, es importante que cuenten con un buen soporte. Teniendo en cuenta esto, Doremi está invirtiendo en service centers en Argentina y en Brasil, porque los clientes son muy importantes para nosotros y queremos que reciban el apoyo que necesitan.

“La digitalización de salas ganará un impulso muy fuerte en toda Latinoamérica a partir de enero de 2014”.