José Luis Farias y Guadalupe Arensburg, responsables del laboratorio de animación Bridging the Gap

El laboratorio internacional de animación Bridging the Gap, Animation Lab que se celebrará en Valencia (España) entre el 20 y el 25 de julio, busca proyectos latinoamericanos de animación en desarrollo que se encuentren en fase de preproducción o producción y su convocatoria está abierta hasta el 15 de mayo.

El taller está destinado a quince proyectos de cualquier técnica de animación de corto, largo o serie; de lo cuales cinco –de algunos países- recibirán una beca de completa de participación y recibirán asesorías individuales de profesionales de la industria como Nicolás Schmerkin (productor del oscarizado corto “Logorama”), Guillermo García Carsí (creador del exitoso “Pocoyó”), Manuel Cristóbal (productor de “Arrugas”) o Shamik Majumdar (director creativo de Walt Disney Europe).

A una semana del lanzamiento, conversamos con sus directores, José Luis Farias y Guadalupe Arensburg, sobre los objetivos del laboratorio y su percepción de la animación regional.

BTG se presenta como un laboratorio internacional de animación. ¿Qué objetivos persigue?
El principal objetivo es ofrecer la oportunidad a jóvenes y profesionales con talento de todo el mundo de accedera herramientas que les van a facilitar poder llevar a cabo sus proyectos de animación. Hemos detectado que hay un hueco entre la formación y la entrada al mundo profesional. Lo que pretendemos es superar este vacío trabajando en algo fundamental que va más allá de la técnica o el estilo de la animación:nos centramos en las claves para que un proyecto tenga viabilidad y se convierta en una realidad.

La convocatoria está abierta a creadores con proyectos en desarrollo de serie, corto o largo. ¿Qué tipo de contenidos están buscando?
Buscamos sobre todo contenidos de calidad, proyectos que tengan algún punto diferenciador o una idea innovadora. Haremos hincapié en proyectos viables que puedan llegar a ser un éxito en los mercados internacionales y en aquellos en los que la creatividad tenga mucha importancia aunque no estén aún muy desarrollados.

¿De qué forma estará estructurado el laboratorio?
La estructura de BTG es bastante clara. Todo gira en torno a los proyectos de los participantes y el objetivo final es conseguir proyectos más sólidos y viables. Cada jornada participarán varios profesionales en activo: por la mañana ofrecerán conferencias haciendo hincapié en su áreacomo expertos y por la tarde harán consultorías en privado a cada proyecto. Finalmente, cada alumno presentará su proyecto delante de un panel de expertos integrado por productores internacionales que les darán también un feedback, y esta será la prueba final donde ellos se enfrentarán a lo que es presentar un proyecto en un mercado internacional.

¿Qué contenidos abarcará cada uno de los expertos?
Cada experto nos aportará un conocimiento sobre un apartado concreto dentro de la producción de contenidos. Por ejemplo, Guillermo García Carsí, creador de Pocoyó, aportará la creación de un personaje de éxito que realmente conecta con la gente, trabajandoen su creación tanto a nivel visual como a nivel psicológico; Nicolás nos hablará de dar el salto del cortometraje a largometraje o serie y Shamik contará sobre las grandes compañías de animación, cómo trabajan con los creadores, qué tipo de proyectos están buscando, etc. También tendremos otro tipo de asignaturas, aprenderemos sistemas de control de producción como Shotgun, que se está convirtiendo en un estándar en la industria; las nuevas tecnologías aplicadas a la animación y los conceptos transmedia que está demandando el sector. También veremos cómo presentar un proyecto en un pitch y sobre todo cómo conseguir la financiación y generar un proyecto sólido para que pueda venderse los mercados internacionales.

¿Qué papel se propone BTG asumir en el mapa internacional?
BTG quiere servir de enlace entre la animación europea y la latinoamericana, africana y asiática, que los jóvenes profesionales se conozcan y que haya un intercambio de ideas y que puedan surgir futuras colaboraciones. Hoy más que nunca la evidencia nos muestra que es muy difícil sacar adelante un proyecto de forma individual y que todos los profesionales de esta industria nos necesitamos unos a otros: los productores buscan talento, los compradores buscan diversidad de contenidos, los directores buscan productores, los programadores necesitan nuevas audiencias abiertas al mundo… En este escenario, BTG puede asumir un papel importante acercando a todos los implicados y haciendo circular los proyectos para posicionarlos en el mercado internacional.

¿Cómo perciben la situación de la animación latinoamericana?
Consideramos que la animación en Latinoamérica ha experimentado en los últimos años un enorme desarrollo, no en cuanto al talento, que siempre ha estado ahí, sino en cuanto a la creación de una industria capaz de generar obras de calidad. Es gratamente sorprendente descubrir contenidos latinoamericanos en festivales, donde además ganan premios; televisiones, etc. También crece el interés de los productores europeos por coproducir con Latinoamérica. Esta situación no existía hace 10 años. Sin embargo, creemos que uno de los problemas a los que se enfrenta la animación en Latinoamérica es la dificultad para dar a conocer y posicionar el talento y los proyectos en el exterior. Éste es uno de los motivos fundamentales por los que decidimos poner en marcha BTG. Todos los profesionales que estamos implicados en este proyecto llevamos muchos años en la industria, viajando a festivales latinoamericanos y encontrándonos con proyectos maravillosos que no llegan a Europa. Nos proponemos dinamizar estos trabajos, ayudar a que circulen por festivales y mercados, que encuentren la manera de financiarse y que se puedan compartir con el mayor número de espectadores posibles.

“Uno de los problemas a los que se enfrenta la animación en Latinoamérica es la dificultad para dar a conocer y poder posicionar el talento y los proyectos en el exterior”.