Kevin Clark, director ejecutivo de la AFCI

Con más de 360 comisiones fílmicas repartidas en los seis continentes, la AFCI (Asociación Internacional de Comisionados Fílmicos) es la institución que representa y capacita a los film commissioners de todo el mundo. Fundada en 1975, AFCI también se encarga de la organización del Locations Show y de Cineposium, dos de los eventos de referencia del sector. A partir de 2013, la asociación renovará su Junta Directiva que contará, por primera vez, con un representante latinoamericano. LatAm cinema conversó con Kevin Clark, director ejecutivo de la institución.

En los últimos años han surgido una veintena de comisiones fílmicas en América Latina. ¿Cómo cree que evolucionará el sector en el continente en comparación con otras regiones del mundo?
Creo que todas las comisiones fílmicas latinoamericanas, con más o menos años, van a tener que enfrentar los mismos desafíos que las comisiones de otras partes del mundo: demostrar su valor ante sus socios, fomentar la creación de una comunidad local de productores, ayudar a que las producciones locales reciban la atención que merecen, atraer producciones extranjeras y consolidarse como una fuerza legítima y profesional en pro de la cultura y el desarrollo económico. Es aquí donde reside el valor de la AFCI, ya que estamos en posición de facilitar el intercambio de conocimiento, lo que, en última instancia, va a permitir que todos aprendamos juntos.

La devolución de impuestos se ha convertido en un gran atractivo en la promoción de países y regiones como escenarios de producciones audiovisuales internacionales.¿Qué le aconseja a las comisiones fílmicas que están empezando?
Es lógico que una film commission recién creada caiga en la tentación de tratar de conseguir los mayores incentivos fiscales por parte del gobierno. Pero creo que las comisiones tienen que tener un enfoque mucho más estratégico en este sentido y determinar qué es lo que funciona para sus locaciones y qué es sostenible en la región. Los bajos costes de una determinada región ya pueden ser un incentivo importante y quizá no sea necesario ofrecer además una devolución de impuestos significativa. Las comisiones fílmicas también tienen que aprender a capitalizar la fortaleza de la región. Por ejemplo, quizá estén en condiciones de ofrecer profesionales muy cualificados en efectos especiales, animación o infraestructura; quizá cuenten con personal que, una vez que reciba la formación adecuada, esté en posición de satisfacer las necesidades de la industria. Creo que, ante todo, hay que gestionar los incentivos fiscales con responsabilidad, para asegurarse de que sean realmente eficientes.

¿Qué ha motivado la elección de Corea del Sur como sede de Cineposium 2013? ¿Existe alguna posibilidad de organizarlo en Latinoamérica?
En este momento Asia está generando un enorme interés y creemos que ésta puede ser una gran oportunidad para que las comisiones fílmicas latinoamericanas descubran nuevas maneras de trabajar en una industria que es cada vez más global. El evento se centrará en cómo Asia puede trabajar con el resto del mundo y viceversa. Tarde o temprano, todas las regiones del mundo van a trabajar juntas y este foro ofrece una oportunidad única de aprender los unos de los otros, con miras a tener un impacto en el funcionamiento de sus respectivas industrias locales. Hace unos años, AFCI cambió el modelo de Cineposium con el objetivo de hacerlo más abierto y flexible para que pudiera organizarse en distintas partes del mundo. Con la combinación adecuada de recursos, única de cada locación, es evidente que Cineposium también podrá desembarcar en Latinoamérica en un futuro.

“Hay que gestionar los incentivos fiscales con responsabilidad para asegurarse de que sean realmente eficientes”