• Masashi Niwano, Director of Artist Development en el SFFILM Documentary Film Fund

  • Masashi Niwano, Director of Artist Development en el SFFILM Documentary Film Fund

Masashi Niwano, Director of Artist Development en el SFFILM Documentary Film Fund

Show me the Fund es una iniciativa que busca conectar a los productores audiovisuales con fondos de financiación de todo el mundo. En esta nueva entrega de Focus on Funds, analizamos en profundidad cinco de los fondos incluidos en esta plataforma creada por Brazilian Content, Cinema do Brasil y Projeto Paradiso. Esta entrevista ha sido incluida en la revista digital Nº45 de LatAm cinema.

 

Vinculado al Festival Internacional de Cine de San Francisco (SSFILM) y abierto a cineastas de todo el mundo, el Documentary Film Fund (DFF) apoya la creación de documentales con historias imprescindibles, personajes cautivantes y un enfoque visual innovador.

Creado en 2011, este fondo de postproducción ya ha repartido cerca de un millón de dólares en proyectos narrativamente innovadores. En esta línea, y con el objetivo de evitar los formatos televisivos convencionales, el Fondo no tiene en cuenta proyectos que utilicen principalmente las entrevistas como recurso narrativo.

El DFF concede de tres a cuatro subvenciones de 20.000 dólares por año. El único requisito para presentarse es que el proyecto esté en fase de postproducción, o a menos de tres meses de iniciarla. Además de los premios en efectivo, los beneficiarios tendrán acceso al Festival SFFILM y a otros programas de subvenciones, becas y residencias de SFFILM Makers.

La puertorriqueña Cecilia Aldarondo ("Landfall"), la brasileña Débora Souza Silva ("Black Mothers") y la guatemalteca Pamela Yates ("Borderland") son algunos de los cineastas latinoamericanos que han recibido apoyo del Fondo  desde su creación.

¿Podría resumir los principios editoriales del SFFILM Documentary Film Fund?

El DFF apoya documentales con narrativas innovadoras. Buscamos largometrajes documentales que adopten técnicas cinematográficas no tradicionales, que cuenten historias imprescindibles y aborden cuestiones imperativas. Películas como "Honeyland" de Ljubomir Stefanov y Tamara Kotevska, y "Hale County This Morning, This Evening" de RaMell Ross (Premio Especial del Jurado de Sundance en 2018) son excelentes ejemplos del tipo de riesgo creativo que apoya el DFF. Invitamos a los cineastas latinos que estén impulsando el largometraje documental en esa dirección a que se presenten.

¿Qué tipo de proyectos se adaptan mejor a las prioridades del DFF?

El Fondo está abierto a cineastas de todo el mundo, ya sean realizadores que recién empiezan o directores ya consagrados. Lo que buscamos son proyectos vitales que redefinan la manera en que se narra una historia. El único requisito es que estén trabajando en un largo documental.

Buscamos largometrajes documentales que adopten técnicas cinematográficas no tradicionales, que cuenten historias imprescindibles y aborden cuestiones imperativas.

¿Qué opina de los cambios que se están produciendo en la distribución de documentales?

El panorama de los medios de comunicación sigue evolucionando, incluyendo las formas en que los narradores y el público se relacionan con los contenidos. En última instancia, el hecho de que haya más plataformas y más espacio en las redes sociales es positivo si significa que los cineastas tienen más oportunidades de encontrar a su público. De todas maneras, el papel de los documentales sigue siendo el mismo: es una manera de contar historias que tiene el potencial de influir en el mundo. 

¿Cuál es la relación del fondo con América Latina?

SFFILM tiene un rico legado en lo que se refiere al apoyo de cineastas latinoamericanos como Luke Lorentzen con "Midnight Family" (producida por Daniela Alatorre y Elena Fortes) o Peter Bratt con "Dolores". Otras películas de la región que también han recibido subvenciones son "A Machine to Live In" de Yoni Goldstein y Meredith Zielke, y "Narco Cultura" de Shaul Schwarz. Las películas latinoamericanas nos inspiran y nos conmueven, y queremos seguir apoyándolas. 

El documental está evolucionando rápidamente, combinando conceptos de ficción y documental en un formato híbrido, ¿qué puede decirnos al respecto?

Al SFFILM le interesan los documentales innovadores que exploran los temas de manera creativa, así que, claro que animamos a los cineastas a jugar con las estructuras y los límites de la narración. El público tiene acceso a una amplia gama de documentales, nosotros queremos películas audaces que destaquen y asuman riesgos cinematográficos. Aquí hay cuestiones éticas sobre la autoría, y el rol y la responsabilidad de la verdad, pero avanzar hacia nuevas formas de narración es apasionante.