Miguel Ferrari, director de “Azul y no tan rosa”

Más de 600 mil espectadores y una permanencia de 10 meses en cartelera, convirtieron a “Azul y no tan rosa”, de Miguel Ferrari, en uno de los grandes sucesos del cine venezolano reciente; pero fue el Goya que obtuvo este año -el primero para el país- el que comenzó a cimentar la carrera internacional de la película, que ofició de apertura oficial de esta primera edición del Festival Internacional de Cine de las Alturas.

“Creo que la película representa ese nuevo cine que ha enamorado nuevamente al público, que ha hecho que nuevamente vaya a las salas a ver cine venezolano”, analiza Ferrari a casi dos años del estreno comercial de “Azul y no tan rosa”. Para el realizador, esto no es un hecho casual, sino el resultado de un trabajo a conciencia por mejorar la factura de las películas y un cambio generacional que propone otra mirada.

“Hay una nueva generación de cineastas en Venezuela que estamos comenzando a hablar de cosas diferentes. Es como cuando hay un muro de contención y ya el terreno no puede más, y termina cediendo. Yo creo que es lo que ha pasado”, dice el director. En su película se cuenta la historia de un hombre homosexual que debe reestablecer el vínculo con su hijo, para hablar “sobre el amor en sus diferentes formas y la familia en el concepto más evolucionado de la palabra”.

“Este es un tema del cual nunca se hablaba, por prejuicio, por tabú. Muchos cineastas han tocado este tema de forma muy tangencial. Mi película es la primera de Venezuela donde se ve a dos hombre besándose. Imagina el grado de prejuicio y represión en torno a este tema. Yo me atreví a dar un paso adelante y hacerlo”, cuenta Ferrari, quien apostó por presentar a personajes “sencillos, frescos pero tridimensionales, con los cuales la gente empatice y se olvide que puede ser diferente a ellos”.

En su camino de búsqueda de financiación, Ferrari encontró “muchas resistencias y obstáculos” justamente por el tema que aborda. No logró auspicios ni el fondo de desarrollo de CNAC, que más adelante sí lo seleccionó para financiación, justamente en la misma convocatoria donde se premió a “Pelo malo”, de Mariana Rondón, ganadora del Festival de San Sebastián en 2013 y que también se exhibe en el Festival Internacional de Cine de las Alturas, de cara a su inminente estreno comercial en la Argentina.

Ya lanzada en salas de Venezuela y España -países productores-, actualmente la película recorre festivales y busca ampliar el estreno theatrical en otros países, para luego explotar otras ventanas comerciales.

Paralelamente, Ferrari trabaja en la escritura de tres historias siguiendo la línea del drama comedia en el que tan cómodo se siente, intentando no apurar el proyecto por las posibilidades que le abrió la obtención del Goya a Mejor Película Iberoamericana. “La tentación de tener un proyecto ahora puede ser perjudicial. Hasta que no tenga el guión que me haga feliz, no voy a comenzar la otra etapa de búsqueda de financiación”, afirma, consciente de que “en la medida que tengas un excelente guión, tendrás una buena película”.

Por Cynthia García Calvo.

Foto: Casa de América de Madrid

“Hay una nueva generación de cineastas en Venezuela que estamos comenzando a hablar de cosas diferentes”.