Pituka Ortega Heilbron, co-directora de IFF Panamá

Del 26 de abril al 2 de mayo se realiza el primer Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá), un certamen que nació bajo impulso de Henk Van der Kolk –uno de los fundadores del Festival de Toronto- y que se concreta en un momento muy significativo para el audiovisual del país, pocos días después de aprobarse su nueva Ley de cinematografía. Pituka Ortega Heilbron, cineasta panameña que codirige el festival, habló con LatAm Cinema acerca de esta edición inaugural que ofrecerá 125 eventos y talleres, y una selección de 50 películas que –asegura- son fiel reflejo de Panamá: “Tiene de todo pero es coherente y profunda”.

Esta es la primera edición de IFF Panamá, que como todo festival tiene sus objetivos y perfil. ¿Cuáles son?
El Festival Internacional de Cine de Panamá busca no sólo traerle una alternativa diferente de cine a los panameños y a los ciudadanos de la región, sino busca ser un punto de encuentro donde se generen oportunidades y donde se fomente el espíritu de hacer algo concreto para darle un giro a la difusión del cine latinoamericano. Panamá, por su posición geográfica, por la naturaleza de su gente (muy abiertos), es un lugar muy atractivo para que se generen todo tipo de oportunidades, acuerdos, coproducciones y estrategias. Queremos ser parte importante del nuevo impulso del cine latinoamericano.

¿Por qué se decide crear el certamen?
Por la iniciativa de Henk Van der Kolk, co- fundador de TIFF quien vió en Panamá un lugar obvio para un festival internacional de cine.

El festival cuenta con dirección de Henk Van der Kolk y dirección artística de Diana Sánchez, fundador y programadora del Festival Internacional de Cine de Toronto, respectivamente, y contigo como co-directora. ¿Cómo se produce este núcleo directivo y su división de trabajo?
Henk nos juntó a todos. En este triángulo considero que Diana es el punto clave por su claro conocimiento del cine Iberoamericano y mundial, su experiencia en el oficio de programación y por su sensibilidad. Henk aporta su invaluable experiencia y creatividad de productor y su mirada canadiense holandesa genera una textura interesante e invaluable a la proyección del festival, sin duda. Yo por mi lado, aporto mi panameñidad y mi experiencia como realizadora latinoamericana, que tal vez entiende qué podría funcionar mejor y tener un impacto más profundo en la región.

¿Qué tan relacionado está IFF Panamá con Toronto?
Bueno, tenemos a su programadora con nosotros al igual que a uno de sus fundadores, Henk. Además TIFF ha sido muy generoso con nosotros en cuanto a la difusión de nuestro festival con sus suscriptores.

¿Cuáles consideras los puntos destacados de esta edición?
El programa, armado por Diana Sánchez, los invitados y el entusiasmo que se ha podido generar dentro de los habitantes de Panamá y de la región. El equipo entero sabe que está trabajando en algo muy especial y de mucha envergadura, no sólo para el cine panameño sino para la región.

La programación está centrada en la producción iberoamericana, con comedias, dramas, films históricos, producciones independientes y sucesos comerciales. ¿La intención era resumir en la selección la variedad de la producción iberoamericana?
Siempre digo que la selección del festival es como Panamá, tiene de todo pero es coherente y profunda. Así la veo yo.

El festival cuenta con una serie de talleres y charlas, que van desde la financiación hasta la coproducción iberoamericana, pasando por la definición de roles cinematográficos, entre otros, que parecen buscar cubrir toda la cadena cinematográfica. ¿Con qué parámetros se determinaron los temas?
Estamos viviendo un momento en el cine panameño y en la región donde se necesita entender ciertos aspectos del cine y de cómo llega a la mirada de un público. Además entendemos que para poder co-producir e inclusive para poder atraer producciones extranjeras tenemos que aprender a hacer otras cosas que no sean dirección, foto o guión, que es lo que todo el mundo quiere hacer. Panamá se quiere proyectar como un lugar donde se pueden hacer films, para ello tenemos que estar preparados para recibir estas producciones, lo cual implica entender que el equipo cinematográfico cuenta con muchas posiciones esenciales en un rodaje. Además es importante generar productores que entiendan y se empapen de la realidad y dureza del mundo del cine después de la mística de un rodaje.

Siendo realizadora, ¿cómo describirías la actual realidad cinematográfica de Panamá y sus posibilidades de producción?
Acaba de ser aprobada nuestra ley de cine que, entre muchos beneficios, creará un fondo de apoyo económico a los cineastas locales. Esto es grandioso, extraordinario. Panamá está en una posición como nunca antes de hacerse sentir dentro del cine latinoamericano. Es muy, muy emocionante, y que todo ocurra dentro del marco de los preparativos previos al festival, lo hace muy simbólico y muy alentador.

“Queremos ser parte importante del nuevo impulso del cine latinoamericano”