Pituka Ortega Heilbron, directora de IFF Panamá

“Este es el primer año en que siento que el festival se ha hecho un espacio”

Recién concluida la tercera edición del Festival Internacional de Cine de Panamá, IFF Panamá, su directora Pituka Ortega Heilbron dialoga con LatAm cinema acerca de este evento, que en apenas tres años se ha establecido como uno de los certámenes más pujantes de Latinoamérica y en la plataforma para una cinematografía que comienza a ganar impulso y generar una producción regular gracias a las políticas públicas.

El festival ya alcanzó su tercera edición, con un evidente crecimiento. Ha logrado establecerse, ganar su espacio y convertirse en la pantalla y en el impulsor del cine panameño. ¿Cuál es el análisis que haces del recorrido que ha tenido hasta ahora el festival?
El primer año fue de proyección de películas y de despertar un interés en la audiencia panameña. El año pasado ya se empezó a sentir la presencia de la industria: salieron un par de coproducciones de este festival, y se compraron películas para su distribución en la región. Este año se sumó Meets, la iniciativa de Arianne Benedetti, que se realizó en el marco del festival. Entonces, este es el primer año en que siento que el festival se ha hecho un espacio. Y más allá de que trabajamos durísimo, mucho tiene que ver lo que puede ofrecer Panamá: su conectividad, infraestructura, disposición...es un lugar perfecto para que todas estas cosas se den.

Este año se dio un cambio logístico importante, moviendo las actividades centrales al Casco antiguo. ¿Qué supuso ese cambio?
Siento que eso le dio mucha energía. Ver a los cineastas con sus gafetes caminando por las calles del Casco, conversando, le dio una intimidad y una mística espectacular. Y sumar al Teatro Nacional como una sala de cine regular, a la cual tuvimos que acondicionar como tal, es realmente divino.

La mayor cantidad de pantallas del festival están concetradas en el complejo Cinépolis. ¿Cómo se trabaja con estas multisalas cuando se habla, como dice el slogan del festival, de mostrar “el poder del otro cine”?
Ellos desde el principio han querido apoyar al festival. Y para ellos es también una oportunidad de transmitir el mensaje de que también apoyan otro tipo de cine, que les interesa que se promueva otro tipo de cine. A veces los periodistas preguntan qué hay que hacer para promover cine que no sea de Hollywood. Justamente, los periodistas tienen que cubrir ese otro cine. El periodista del periódico regular tiene que hablar del cine latinoamericano. Contar, por ejemplo, que Ricardo Darín y Luis Tosar harán una película juntos; y no siempre referirse a lo nuevo de Clint Eastwood. La prensa tiene que aportar muchísimo.

Fuera de este espacio que es IFF Panamá como pantalla alternativa, ¿cómo es la presencia del cine iberoamericano en la cartelera regular?
Se va a estrenar “Una pistola en cada mano”, por ejemplo, que cerró el festival. Y sé que a raíz de la buena respuesta hacia los dos documentales nacionales, “Invasión” y “Rompiendo la ola”, los cines los van a mostrar. Para mí va a ser muy interesante ver lo que pasará después de este festival en las salas de cine locales. Hay leyes que los responsabiliza a mostrar una cuota de pantalla con cine de habla hispana, y el primero que debe estar en esa lista debe ser el cine panameño.

¿Cuáles son los objetivos que se trazan ahora para que el festival siga estableciéndose o creciendo?
Yo no creo que podamos crecer más por un buen rato. Sí vamos a tener cine en construcción para Centroamérica y el Caribe en el próximo año. Pero tenemos que consolidar lo que ya hemos hecho.

“Este es el primer año en que siento que el festival se ha hecho un espacio”.