• Silvina Cornillón, directora de los Premios Quirino

    Silvina Cornillón (Foto: ©Verónica Oliver).

Silvina Cornillón, directora de los Premios Quirino

Tras más de dos décadas en el sector de la animación, la gestora cultural y productora argentina Silvina Cornillón asumió a principios de año la dirección de los Premios Quirino, un evento que no es nuevo para Cornillón, quien ha sido embajadora de los Premios desde sus inicios y ha estado involucrada como aliada desde su rol en Animation! Ventana Sur, plataforma que coordinó entre 2016 y 2024. Fue desde ese cargo que, junto a Premios Quirino y Pixelatl, crearon La Liga de la Animación Iberoamericana, una alianza para promover la animación regional a nivel internacional. 

Anteriormente, la argentina había trabajado como productora de animación durante más de 15 años; y entre 2021 y 2024 estuvo a cargo de la subgerencia de Animación en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA), desde donde buscó impulsar y descentralizar la animación a nivel país. Durante todos estos años, la gestora ha impulsado actividades para reducir la brecha de género en el sector.

Los Premios Quirino surgieron en 2017 con el objetivo de reconocer el talento y generar lazos dentro de la animación iberoamericana a través de diferentes iniciativas. Además de la gala de premiación, el evento organiza un Foro de Coproducción y otras actividades que buscan generar impacto tanto a nivel sectorial como en la órbita pública. Cornillón toma el relevo de Bea Bartolomé, quien estuvo al frente del evento durante los últimos dos años. 

A pocos días de una nueva edición del evento, LatAm cinema conversó con Silvina Cornillón para conocer su punto de vista sobre el momento que atraviesa la animación iberoamericana y los desafíos que la esperan en esta nueva etapa como directora de los Premios Quirino. 

Aunque ahora asumes como directora de los Premios Quirino, formas parte de la iniciativa desde sus inicios, ¿cuál es tu diagnóstico del proyecto? 

Premios Quirino ha ganado muchísima relevancia en sus siete años de existencia gracias al trabajo que se viene haciendo desde la organización, no solo para que las reuniones del Foro de Coproducción sean provechosas para todas las partes, sino también las otras acciones que se desarrollan en cada nueva edición: el trabajo con las administraciones públicas, las distintas ediciones y anexos del Libro Blanco de la Animación Iberoamericana, el impulso a la línea de ayudas IBERMEDIA NEXT… Todo esto es evidencia de un trabajo muy serio que va más allá del reconocimiento de las obras en la gala y de las actividades del Foro de Coproducción. Año a año, Premios Quirinos buscan la manera de superarse en todas sus iniciativas.

¿Qué objetivos te propones en esta etapa?

Por un lado, los objetivos para esta nueva etapa tienen que ver con mantener ese gran diferencial de los Premios Quirino que es la constante de superación y evolución. Debemos entender hacia dónde va el evento para seguir creciendo, aunque esto no signifique necesariamente crecer en escala. Justamente, creo que esa sensación de hecho a medida que perciben los participantes, esa energía y esa atención que se presta a cada detalle, es algo que va impreso en el ADN de Premios Quirino. Por otra lado, hay objetivos que pasan por entender cómo podemos acompañar este momento que está atravesando la animación en la región, entender el mercado y ver de qué forma nuestro Foro de Coproducción puede seguir ofreciendo buenas alternativas. Esas son las dos líneas que nos marcamos: mantener esa identidad, pero que siga habiendo una evolución. Sobre todo, creo que las instancias de intercambio entre los distintos integrantes del sector en Iberoamérica, lejos de estar agotadas, todavía tienen mucho potencial, tanto puertas afuera con el resto del mundo como hacia adentro, entre entre los distintos países.

“Uno de los desafíos que enfrenta el sector tiene que ver con todo lo que los avances tecnológicos ponen sobre la mesa, todo lo que viene de la mano de la Inteligencia Artificial, y cómo revertir una situación que puede ser amenazante y poner en riesgo la subsistencia de alguna compañía o de algunos miembros del sector”.

¿Qué puedes contar de la nueva iniciativa Laboratorio de futuros? ¿Qué resultados esperan alcanzar?

El Laboratorio de Futuros es un proyecto que, de alguna manera, es la evolución del trabajo que se ha venido haciendo con las asociaciones del sector, con las administraciones públicas, con los canales de televisión… Tiene que ver con generar un espacio de reflexión que nos permita entender cuál es la realidad actual en la que se inserta el sector y poder definir hacia dónde tenemos que ir, hacia dónde nos gustaría ir, como para poder trazar una hoja de ruta en un contexto en el que tenemos nuevos desafíos. Y nos parece que la mejor manera de lograr resultados concretos es hacerlo de forma colectiva.

Por primera vez en esta edición de Premios Quirino vamos a dedicar prácticamente media jornada a trabajar grupalmente en pensar estos distintos escenarios, en responder preguntas: de dónde venimos, en dónde estamos y hacia dónde nos gustaría ir. Ademas de convocar a participar activamente a quienes deseen sumarse a esta iniciativa, la idea también es lograr que todo este trabajo colectivo sea una herramienta que pueda ser utilizada por quienes toman decisiones a nivel cultural en los distintos países. Ese trabajo colectivo puede plasmarse no sólo en informes, sino que también es parte de la esencia del proyecto buscar otras maneras como instalaciones artísticas que permitan hablar de la identidad de la región a nivel animación.

En una entrevista reciente destacabas la necesidad de formación en lo relativo a la coproducción, ¿qué pasos crees que se pueden dar en esta dirección?

Muchos países de Latinoamérica tienen una gran carencia de centros de formación más específicos donde los interesados en desarrollarse en el sector de animación puedan hacerlo, no sólo desde el punto de vista artístico o técnico, sino también respecto de la producción. Incluso puede ser necesario para productores que vienen trabajando quizás desde hace unos cuantos años, para dar ese salto hacia la coproducción también necesitan un acompañamiento y más información. La pata legal siempre es un desafío. Entonces, me parece que puede ser muy interesante que las instituciones encargadas de dar los reconocimientos de coproducción no solo se ocupen de eso, sino también de poner a disposición la información que los productores puedan necesitar. Por otro lado, creo que nunca sobran las charlas sobre coproducción desde los distintos aspectos y creo que el legal, insisto, es muy importante; o los espacios de encuentro, donde se puedan compartir experiencias entre colegas para acceder a la información a través de la experiencia de un par. 

¿Cuáles dirías que son los principales desafíos para la animación iberoamericana?

Uno de los desafíos tiene que ver con todo lo que los avances tecnológicos ponen sobre la mesa, todo lo que viene de la mano de la Inteligencia Artificial, y cómo revertir una situación que puede ser amenazante y poner en riesgo la subsistencia de alguna compañía o de algunos miembros del sector; cómo adoptar herramientas que mejoren los procesos y aporten desde otro lugar. 

Creo que también está el desafío de cómo seguir financiando proyectos en momentos en los que algunas administraciones están más interesadas en financiar la guerra que la cultura; hay que buscar otros recursos, otras alianzas. A nivel global, creo que hay desafíos que no se distingue si son propios para Iberoamérica o para cualquier estudio o compañía productora de cualquier lugar del mundo, desafíos que tienen que ver con cambios más globales a nivel de mercado, compañías enormes que se fusionan, etc. Creo que ahí también hay que saber encontrar esos diferenciales y esas posibilidades que a veces nos da el hecho de estar muy acostumbrados a la adversidad y, bueno, tomarlas a favor.