Vincenzo Bugno, Project manager del World Cinema Fund de la Berlinale

“¿Dónde va el cine en Latinoamérica? Hay muchas direcciones. No se puede contestar generalizando”, afirma Vincenzo Bugno, uno de los Project manager del World Cinema Fund (WCF), el fondo impulsado por la Berlinale que se ha tornado uno de los programas de ayuda más prolíficos para la cinematografía latinoamericana. Creado en 2004, WCF ha sido testigo de las tendencias del cine de la región, apoyando a las obras más arriesgadas e innovadoras de acuerdo a su criterio de selección.

“World Cinema Fund tiene un perfil muy ambicioso artísticamente. Busca fomentar un cine ambicioso de contenido y de forma. No fomentamos mainstream, y tampoco importa que sean directores jóvenes. La prioridad es el discurso innovador. Se trata de conjugar pasión y pragmatismo. Pasión significa fomentar películas muy innovadoras y pragmatismo significa fomentar películas que tengan un futuro”, explica Bugno.

WCF cuenta con dos convocatorias anuales para un fondo de 400 mil euros. La más reciente recibió 113 proyectos de 38 países, siendo beneficiados cinco proyectos, cuatro de ellos provenientes de Latinoamérica. Este hecho da cuenta de la estrecha relación que le une al cine latinoamericano, convirtiendo a Bugno es una voz autorizada para trazar un panorama de la actualidad del cine latinoamericano.

“Hablar de cine latinoamericano es complicado. Estamos hablando de un continente, de un panorama estético y narrativo muy heterogéneo. Tenemos tres países con una historia de realización y estructura de producción más desarrollada: Argentina, Brasil y México. Pero hay algunas nuevas realidades que mejoraron mucho, como Colombia y Chile, y algunas realidades nacientes que buscan desarrollar un discurso nuevo. En todos los países hay un cine comercial, pero hay siempre también una búsqueda estética interesante”, analiza.

Bugno recuerda que al inicio de WCF, los proyectos provenían esencialmente de Argentina y México, pero la hegemonía de las cinematografías latinoamericanas dominantes se ha revertido en los últimos años, con el fuerte posicionamiento de Colombia y Chile, y la aparición de nuevas cinematografías como la peruana o la ecuatoriana.

“Se puede decir que aún en Argentina hay una profesionalidad narrativa diferente de los otros países, pero el panorama cambia mucho. Personalmente me encantan los resultados colombianos de los últimos años, y también los chilenos. Pero se trata también de algunas decisiones políticas, no sólo de discursos estéticos”, sostiene.

Un caso especial es Brasil, otro de los tres pilares del cine latinoamericano, que guarda diferencias que van más allá de la lengua. Dice: “Una posición muy particular es siempre la de Brasil, que es un mundo completamente diferente, ligado a algunas estructuras narrativas que son muy diferentes. Muy ligadas a la experiencia histórica. En World Cinema Fund recibimos muchos proyectos brasileños históricos”.

Pero también el gigante del sur atraviesa un proceso de transformación. “Ahora está cambiando. Me parece que en Brasil hay una necesidad de desarrollar un discurso nuevo”, advierte, considerando que este cambio está acompañado por el nacimiento de festivales nacionales abocados a la búsqueda de voces y propuestas novedosas, citando particularmente el caso de Belo Horizonte.

Desde su creación, WCF ayudó a la producción y distribución de 93 proyectos seleccionados entre 1.651 aplicaciones provenientes de Africa, Latinoamérica, Oriente Medio, Asia Central y sudeste asiático y el Cáucaso.

Los fondos de ayuda se han convertido en una pieza clave en la financiación del cine latinoamericano. Con el WCF de la Berlinale iniciamos una serie de entrevistas para conocer de cerca a los principales programas internacionales.