2º Encuentro de la Red Latinoamericana de Film Commissions
La creación de la Red Latinoamericana de Film Commissions pasó de ser un anhelo postergado a convertirse en una realidad el año pasado en el marco del Florianópolis Audiovisual Mercosul (FAM), cuando se anunció la formación de una red con el objetivo de potenciar la región. En el reciente Festival de Cinema Latino-americano de São Paulo, tuvo lugar el segundo encuentro entre todos los miembros de la Red, con la premisa de trabajar sobre nuevos objetivos, entre los que destaca la búsqueda de un marco legal y jurídico que avale esta iniciativa, que en Cannes 2011 logró el apoyo oficial de la AFCI (Asociación Internacional de Film Commissions).
Ana Aizenberg, una de las impulsoras de la Red y representante de la Buenos Aires Film Commision, habló con LatAmCinema sobre este segundo encuentro oficial que reunió a más de dos decenas de representantes de comisiones fílmicas de América Latina, quienes en tres jornadas de intenso trabajo expusieron su actualidad de forma individual para luego diagramar un plan de acción conjunto.
¿Cuáles son los objetivos con los cuales se construyó esta Red Latinoamericana de Film Commissions?
El objetivo fundamental es la visibilidad. Nosotros nos dimos cuenta que estábamos muy dispersos como región. Al tener una Red se da una imagen de comunicación y solidez. Uno de los objetivos entonces es presentar a la Red como tal, y entre nosotros el intercambio de información. Otro de los objetivos es hacer acciones conjuntas que a futuro abaraten el costo de, por ejemplo, una publicación en Variety u otra revista de la industria. Entonces otro objetivo es tener más medios para promocionarnos porque por separado nos sale una fortuna. Es importante destacar que a pesar de tener la Red, se mantiene la confidencialidad de los proyectos. Un guión, el desarrollo de un proyecto, cuesta muchísimo dinero; si esa información pasa a manos x es un desastre. Al tener contacto con otras film commissions, vos lo contactás pero no le vas a mandar el guión, el productor puede hacerlo y avanzar en la búsqueda de locación en otra región si algo de la tuya no le sirvió. Tenemos un polo de atracción seguro. Lo tenemos que potenciar, promover y lograr un nivel de competitividad más alto.
¿Ya se han obtenido resultados de este trabajo en red?
Ahora la productora de Campanella, “100 bares”, está haciendo un proyecto latinoamericano que se llama “Fronteras” y que será emitido a través de TNT. Iban a rodar en cinco países y necesitaban encontrar a productoras locales. Yo les dije: ‘Tenemos la red de film commissions’. Entonces les di la información de las film commissions. Les sirvió muchísimo porque donde no conocían a nadie, se contactó a la film commission y le dieron una lista de productoras, los asesoraron en cómo era filmar ahí, etc. A medida que haya más proyectos que entiendan que nosotros podemos funcionar como network, que no cobramos, que tenemos confidencialidad, que tenemos objetivos claros de trabajar en conjunto y podamos llegar a que los países e incluso la industria entienda cuál es la función de la film commission, que creo que en América Latina no se termina de entender exactamente, se va a atraer a producciones que estamos perdiendo por la competitividad.
En el primer encuentro en Florianópolis se determinó la creación de la Red, ¿en este segundo encuentro sobre qué puntos se trabajó?
Estamos tratando de buscar un marco jurídico y legal para la Red. No es tan fácil. Lo que propuso Steve Solot de Río Film Commission es armar un protocolo, un acuerdo protocolar de que esta red existe sin un marco legal como es una asociación civil sin fines de lucro. Ahora se va a trabajar sobre la forma de ese protocolo. También se va a hacer un formulario de inscripción a la Red, con algunos datos básicos que necesitamos saber para comprender bien cómo está compuesta, de qué gobierno depende, qué presupuesto tiene, si hay incentivos, etc. Se repartieron las tareas para crear el protocolo, la identidad visual y acordamos en hacer un directorio con todas las film commissions de Latinoamérica. Otro cosa que determinamos es que quien vaya a los grandes eventos represente al resto. Los que vayan a Toronto llevarán algún material, y los que vayan al Cineposium de París llevarán alguna información. También pensamos ayudar a la creación de otras film commissions que todavía no tienen muy claro cuáles son los pasos a seguir.
¿Lograron formar una comisión directiva? ¿Cómo es el modo en el que están trabajando en esa división de tareas que mencionaste?
Hay un problema que es que es un trabajo voluntario 100%. Hay tres o cuatro personas que tenemos la iniciativa, que creemos en esto o porque se tiene más tiempo porque, por ejemplo, en Colombia se tiene filmaciones todos los días. Lo manejamos robándole tiempo al tiempo. Pero el resultado del encuentro es que siempre se va para adelante. Cada vez que nos encontramos queremos hacer más. Y además nos pasa que muchos se quieren unir. Me contaron que quiere entrar España pero me parece un poco complicado por ahora porque primero hay que consolidar bien la latina. Ahora me encontré con Viviana Saavedra de Bolivia, que quieren formar su film commission y sumarse a la red. Este año se sumaron la de Veracruz y Ecuador, hay posibilidades con Paraguay…Nunca sentimos que el interés bajaba porque seguíamos sin poder encontrar el marco legal o la fuente financiera que nos ayude a que por ejemplo tengamos una página, una comunicación más fluida, etc.
¿Cómo comparas este segundo encuentro con el primero?
Lo bueno que vi de este último encuentro es que se organizó mucho más y se tomaron responsabilidades concretas: quién va a hacer qué y dentro de qué plazo lo tiene que cumplir. Creo que fue más claro porque ya entendimos qué podemos hacer y qué no a mayor, mediano y corto plazo. Y hay cosas planeadas a largo plazo. Esto es algo que queremos que subsista más allá de nuestras gestiones personales. La formación de la Red queremos que siga existiendo por eso necesita tener una solidez y tener un funcionamiento propio.
¿Cuándo y dónde será el próximo encuentro?
El próximo encuentro va a ser en Ventana Sur en diciembre, aunque no exactamente como el primero y el segundo que tuvimos porque esos fueron financiados por las regiones que invitan. La Ciudad de Buenos Aires no puede pagar los pasajes e invitarlos como hicieron en Florianópolis y São Paulo, entonces será otro tipo de encuentro. Va a ser un encuentro en el que nos juntemos quienes estemos para ver de todos estos temas que se armaron en el segundo encuentro en qué estado estamos, qué se cumplió, qué no y por qué. Pero para el tercer encuentro hay dos opciones. Uruguay ofreció ser país que invite el año que viene en el marco de DocMontevideo, y Viviana Saavedra manifestó su interés en hacer un encuentro durante el BoliviaLab. Entonces tenemos la opción de Uruguay y Bolivia. Va a depender –obviamente- de lo que ellos puedan conseguir y la disponibilidad presupuestaria. Es importante que los encuentros sean financiados por la región que invita porque es muy difícil pedir presupuesto para el encuentro de una red que todavía no tiene entidad legal. Los brasileños lograron que sus gobiernos lo apoyen para que se concrete.
Luego de estas reuniones y a un año su formación, ¿cuál es el balance que haces de la Red?
En resumen, creo que arrancó la Red. Lo que sentí es eso del belonging, que si no estás no estás perteneciendo a algo. Y por el boca a boca, o por los resultados, o porque en cada evento se habla de la Red, hay una sensación de querer pertenecer. Existimos, estamos, tenemos aliados, amigos. Cada vez se genera más confianza entre nosotros. Y la gente se va feliz de los encuentros. Creo que esto genera que cuando la gente vuelve a sus países, vuelve más motivada.