Balance 2016: Adelfa Martínez, directora de la Dirección de Cinematografía del Min. de Cultura
Para nosotros desde la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura el 2016 deja excelentes resultados para la industria cinematográfica nacional. Es un hecho muy positivo que en Colombia el consumo de cine continúe en ascenso y que cada vez más personas asistan a las salas. Especialmente, porque dicho crecimiento incide positivamente en el aumento de los recursos de fomento a nuestra industria, dado que nuestro Fondo para el Desarrollo Cinematográfico-FCD se alimenta de la taquilla.
El año 2016 nos deja cifras récord en número de espectadores y recaudo de dinero a través de la taquilla. Más de 61 millones de personas asistirán a los cines al cierre del año, generando unos ingresos por entradas de más de 533.000 millones de pesos (unos 174 millones de dólares). Esto se traduce en un incremento del 4% en espectadores y del 8% en la taquilla en comparación con el año 2015.
Este año también ha sido significativo frente al incremento de asistencia a cine colombiano, las películas nacionales registrarán a diciembre más de 4,3 millones de espectadores en las salas del país, presentando un incremento del 26% frente a la asistencia de cine nacional en 2015, con lo cual tenemos la cifra más alta en la historia del cine colombiano.
Un total de 36 películas nacionales se estrenarán a diciembre, la mayor cantidad de obras estrenadas por año. Asimismo, el promedio de espectadores por estrenos colombianos asciende a 120.238 espectadores, 25.018 espectadores más que en 2015. El share del cine nacional (número de espectadores de películas colombianas / número total de espectadores) es del 7%, porcentaje superior al de los cinco años anteriores.
Un dato relevante para el cine del país, es que el 24% de sus espectadores, lo suman dos películas “El abrazo de la serpiente” y “Uno al año no hace daño 2”, que si bien se estrenaron en 2015, capitalizan para 2016 un porcentaje alto de taquilla para el cine del país. El caso de “El abrazo de la serpiente” marca un hito para la historia reciente de nuestro cine, pues además de ser una de las películas en competencia para los premios Oscar en la categoría de mejor película en lengua extranjera, logró atraer después de esta destacada participación un número significativo de espectadores. Este indicador de que los colombianos están dispuestos a ver películas con otros enfoques y temáticas de manera más masiva y no únicamente los grandes éxitos de comedia locales, abre caminos para otro tipo de producciones que demostrando calidad técnica e impacto nacional e internacional pueden cautivar a nuestras audiencias.
Todos estos resultados favorables para el cine nacional se derivan de una política pública consistente y bien administrada que permite hoy cosechar frutos cultivados desde el 2003.
Es un desafío ganar más y nuevos espectadores para el cine nacional. Nuestros creadores se enfrentan al desafío de contar diversas historias que conecten con los públicos. Estos retos solo podremos enfrentarlos a través de un trabajo conjunto entre la institucionalidad y el sector.
En Colombia la producción de cine y en general la actividad cinematográfica cuenta con el fomento del Estado, por medio de la Ley de Cine 814 de 2003 la cual ofrece estímulos para producciones y coproducciones colombianas a través de dos mecanismos: Estímulos Tributarios y el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico FDC.
A través de los Estímulos Tributarios, la Ley de Cine busca fomentar la donación e inversión en cine de personas y empresas privadas con el otorgamiento de estímulos tributarios para inversiones y donaciones a proyectos cinematográficos. Entre 2004 y 2016 este mecanismo ha permitido entregar al sector más de 175.300 millones de pesos (unos 57 millones de dólares).
El Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), que recibe los dineros recaudados a través de la cuota parafiscal que pagan los exhibidores, distribuidores y productores como resultado de la exhibición de películas en salas de cine en el país, ha recaudado desde su creación en agosto de 2003 a 2016, 170.000 millones (unos 56 millones de dólares), lo que ha permitido premiar 914 proyectos cinematográficos a través de las Convocatorias y 1.782 estímulos automáticos por un total de 123.000 millones (unos 40 millones de dólares).
Con respecto a los resultados de la Ley 1556 (Ley filmación Colombia, promulgada en 2012) con el fin de promocionar el territorio nacional como escenario para la filmación de obras cinematográficas, se llega a 2016 con 26 proyectos extranjeros aprobados con una inversión de 113 mil millones, donde el gobierno nacional ha aportado 39 mil millones como contraprestación.
Como respuesta a los retos de cautivar nuevas audiencias, fortalecer la circulación de la cinematografía latinoamericana, y aprovechando las nuevas prácticas de consumo digital de los espectadores, este año se crea el portal de cine latinoamericano Retina Latina, desarrollado por los institutos de cine de seis países (Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay) entre los cuales Colombia ejerce la Coordinación General, que en 9 meses de funcionamiento cuenta con 23.525 usuarios registrados, 173.278 visitantes y 102 películas de cine latinoamericano para acceso gratuito de los ciudadanos de la región.
En conclusión, tanto los mecanismos públicos de fomento a nuestra industria, como la profesionalización del sector y el espectro cada vez más amplio y variado de nuestra producción han contribuido notablemente a que sigamos creciendo y consolidándonos como una de las industrias cinematográficas en ascenso en la región, con un amplio reconocimiento no solo en América Latina sino en otras latitudes.
Junto a los procesos de la creación y la producción audiovisual, y asociadas a las transformaciones tecnológicas crecientes en el tipo de contenidos (series, obras transmedia), modelos de producción y medios de consumo de las audiencias (plataformas digitales), nuestro desafío es atender las nuevas exigencias del mercado y de los espectadores frente al tipo de obras qué quieren ver y cómo quieren verlas. Entender y generar soluciones de creación y entrega de contenidos que articulen las formas tradicionales, alternativas, pero especialmente los nuevos espacios y nichos que genera el mundo digital.
Asimismo, potenciar el fortalecimiento de eslabones clave de la cadena de producción, a partir de la identificación de los vacíos para coordinar acciones de mejora en conjunto con los agentes de la industria. Es un desafío ganar más y nuevos espectadores para el cine nacional. Nuestros creadores se enfrentan al desafío de contar diversas historias que conecten con los públicos. Estos retos solo podremos enfrentarlos a través de un trabajo conjunto entre la institucionalidad y el sector.
Finalmente, el objetivo es consolidar una industria de manera sostenible e integrada, que cada vez sea más visible su contribución al desarrollo del país no sólo a través de su contribución económica, sino participando en la consolidación de los capitales sociales, culturales y creativos, toda vez que en este proceso de construcción de paz para nuestro país, el cine se convierte en un excelente escenario de diálogo y de desarrollo cultural y social.