• Cine en Centroamérica y el Caribe: Panamá, consolidando su producción

    “Panquiaco” de Ana Elena Tejero.

  • Cine en Centroamérica y el Caribe: Panamá, consolidando su producción

    “Panama Radio” de Edgar Soberón Torchia.

  • Cine en Centroamérica y el Caribe: Panamá, consolidando su producción

    “Diciembres” de Enrique Castro Ríos.

  • Cine en Centroamérica y el Caribe: Panamá, consolidando su producción

    “Yo no me llamo Rubén Blades” de Abner Benaim.

Cine en Centroamérica y el Caribe: Panamá, consolidando su producción

El 2012 fue un año bisagra para el cine panameño. Ese año se reglamentó la Ley de Cine, que permitió la creación de la Comisión Fílmica de Panamá y del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y Audiovisual Nacional. También tuvo lugar la primera edición de IFF Panamá, pantalla indispensable para el impulso de la producción nacional y de la región.  Informe publicado originalmente en la revista número 35 de LatAm cinema “Centroamérica y el Caribe: Una región a dos velocidades”.

Contando con la Dirección General de Cine (DICINE), dependiente del Ministerio de Comercio e Industrias, como ente regulador del fomento al cine en Panamá, la producción actual de Panamá oscila entre las cinco y ocho producciones anuales. El Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y Audiovisual Nacional, cuyo llamado 2019 abrirá el próximo mes de abril, ha sido clave para mantener ese ritmo de producción. El fondo actualmente otorga apoyos económicos en cuatro categorías, con montos que rondan los 600.000 dólares para largometraje de ficción, 100.000 dólares para documental, 15.000 dólares para proyecto de guion y 25.000 dólares para postproducción. Hay tres ganadores por categoría, que son elegidos entre los más de 60 postulantes anuales. 

Aún joven, el Fondo no ha estado exento de polémicas. En 2015 sufrió una interrupción, al cambiar el gobierno, quedando pendiente el pago de los ganadores del año 2014. En 2018, la línea de largometraje de ficción fue centro de una polémica, ante el pedido de reconsiderar el fallo, ya que no se contó con los jurados que estipulan las bases; de este modo, un nuevo jurado debió repetir la deliberación. 

Sin embargo, en los últimos años diversas películas han logrado completarse gracias al fondo. Muchas de ellas, han logrado su estreno mundial en la que se ha convertido en la plataforma de difusión y visibilidad para el cine nacional, IFF Panamá. El certamen dirigido por Pituka Ortega y con programación de la experimentada Diana Sánchez, celebra este año su octava edición y continúa posicionándose como uno de los festivales más relevantes de Latinoamérica, además de ser un espacio clave para el cine de Panamá y del resto de Centroamérica y Caribe.

Sin ir más lejos, el cine panameño fue el gran protagonista de la pasada edición de IFF Panamá. Allí se pudo ver películas como “Diciembres” de Enrique Castro Ríos, “Una noche de calypso” de Fernando Muñoz, “T’ach” de Christian Escobar, “La fuerza del balón” de Alberto Serra, “Panamá al Brown: Cuando el puño se abre” de Carlos Aguilar Navarro y “Yo no me llamo Rubén Blades” de Abner Benaim.

Para este año, el festival sigue apostando fuerte por la participación panameña. Y como muestra del aumento de la producción, dedica una sección específica al cine nacional, Perspectiva Panamá, que se suma a la presencia de las películas nacionales del apartado central Portal Historias de América Central y el Caribe. 

Así, a través de sus diferentes secciones, IFF Panamá pone su foco en la producción más reciente del país, con títulos como “Panama Radio” de Edgar Soberón Torchia, Tierra adentro de Mauro Colombo,Azuquita de A. Fernández, “Calypsonians” de Anghelo Taylor, Huaquero de Adrian Alexis Mora y “Los nietos del Jazz” de Lucho Araújo. A estos se suman, la producción que integra el work in progress Primera Mirada, que revela a un talento que hay que seguir la pista, Ana Elena Tejero con “Panquiaco”.

El público todavía le da la bienvenida a las películas locales y la curiosidad de vernos a nosotros mismos en la pantalla grande aún guarda su magia.

El cine panameño sigue creciendo y evidenciando notables cambios en muy poco tiempo. Justamente, un cineasta que ha sido testigo de esta transformación en el cine de Panamá es Benaim, quien en 2009 estrenó “Chance”, la primera película nacional que llegaba a salas en varias décadas. El año pasado tuvo un importante recorrido internacional con “Yo no me llamo Rubén Blades”, tras su estreno mundial en el Festival de Cine y Música South By Southwest (SXSW), y ahora alista la realización de su nuevo film, “Plaza Catedral”, ganador del fondo nacional.

“El cambio que se ha dado en los últimos diez años es muy grande”, enfatiza Benaim. “Cuando hice ‘Chance’ en el 2009 no había fondo de cine, ni ley, ni festival; el único apoyo que ya existía era Ibermedia. Tampoco había películas. `Chance’ fue la primera película distribuida en salas comerciales desde 1948. Hoy día hay fondo, hay ley -aunque necesita muchos cambios- y está el festival, además de muchas otras iniciativas como talleres o cursos. Hay por supuesto muchísimo que hacer y mejorar, pero por lo menos arrancó un proceso que en otros países ya lleva más de 100 años”, analiza. 

Benaim ha sido también, de alguna manera, quien posibilitó el reencuentro del público con el cine nacional. “Chance” fue vista por 140.000 espectadores; en tanto que su siguiente film, “Invasión”, un documental sobre la invasión de Estados Unidos a Panamá, alcanzó los 50.000 espectadores, siendo además la primera película que Panamá presentó a los Premios Oscar en 2014. 

“El público ha sido muy bueno con las películas panameñas. Yo he tenido la suerte de que mis películas se han estrenado y el público ha respondido muy bien. Ha habido varias películas que les ha ido bien en la taquilla, y otras con las que no ha pasado mucho. Pero diría que el público todavía le da la bienvenida a las películas locales, y que la curiosidad de vernos a nosotros mismos en la pantalla grande aún guarda su magia”.

Tras lograr ese apoyo y visibilidad sin precedentes para el cine de Panamá, hoy en día el desafío es continuar consolidando la producción y ganar mayor presencia internacional. Asimismo, la formación de cine en Panamá sigue siendo una cuenta pendiente. Es por ello que recientemente se anunció la creación de la Escuela de Artes Visuales, presentada por la Universidad del Arte GANEXA, la Ciudad del Saber y DICINE.

Esta escuela iniciará en mayo impartiendo dos licenciaturas, en Artes Cinematográficas y Diseño de Imagen y Sonido. La idea surgió luego de que estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) identificaran la necesidad de contar con una escuela del cine ante el rápido crecimiento del sector. Esta escuela se plantea además competir con otras instituciones de la región, buscando captar estudiantes foráneos además de panameños, invirtiendo la tendencia actual.