Cine latinoamericano en España: Una relación bajo mínimos

El mercado español debería ser un territorio natural para la comercialización del cine latinoamericano. Sin embargo, dejando de lado las coproducciones hispano-argentinas, las películas regionales no logran un lugar significativo en las carteleras españolas ni consiguen el apoyo de los espectadores. En una (otra) taquilla dominada por los grandes lanzamientos estadounidenses, los estrenos latinoamericanos apenas representan un 2% y alcanzan a menos de un 0,20% del público. LatAm cinema analiza los caminos de las películas regionales en el circuito de exhibición español.

Según los datos del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales de España (ICAA) -que continúa hablando de Iberoamérica cuando se refiere a la región comprendida por Latinoamérica, América Central y el Caribe-, de los 1170 largometrajes estrenados en 2015, los latinoamericanos (39) representaron un 2,2% del total, logrando un 0,15% del público acumulado. Las pantallas estuvieron acaparadas por películas estadounidenses (35%) que fueron vistas por un 61,9% del total de espectadores; y por españolas, que con una cuota del 22,34% de estrenos acercaron al 19% del público anual. Por su parte, los lanzamientos regionales en 2014 representaron un 2,7%, llegando a un 0,16% de los espectadores que asistieron a salas españolas.

Durante los primeros ocho meses de 2016 llegaron a salas una veintena de estrenos regionales. Con distribución de HispanoFox Film en 431 pantallas, “Cien años de perdón” logró rebasar la marca del millón de espectadores y apunta a ser la película más taquillera del año en términos globales. Le siguen el blockbuster “Tini, el gran cambio de Violetta” (Walt Disney, 410 pantallas, 166.000 espectadores), “Al final del túnel” (Warner Bros, 113, 110.500*) y “Kóblic” (DeAPlaneta, 99, 62.000*).

No es casualidad que los cuatro filmes del año sean coproducciones hispano-argentinas. Tradicionalmente, filmes producidos bajo esta fórmula, distribuidos por majors y participados por los principales canales de televisión españoles han liderado el top ten anual regional. En 2015, “Truman” (Filmax) rebasó los 620.000 espectadores en 141 pantallas; seguido de “El clan” (Warner Bros) con 101 pantallas y 91.054 espectadores. 2014 fue el año de “Relatos salvajes” (Warner Bros), que fue vista por más de 800.000 personas; mientras que en 2013 “Séptimo” (HispanoFox Film) y “Metegol” (Universal Pictures) lograron 473.000 y 482.000, respectivamente.

No obstante, es considerable la brecha entre los grandes estrenos y los filmes con menor carácter comercial. En 2015, solo cuatro filmes superaron los 25.000 espectadores, además de “Truman” y “El clan”: “Francisco” (Wanda Vision, 174 pantallas, 66.400 espectadores);  “El Club” (Caramel Films, 27, 48.650), “Paulina”, (Golem, 25, 34.030) y “El rey de La Habana” (Filmax, 47, 25.750). Todas ellas se lanzaron en el último trimestre del año, período que aglutina el mes con mayor afluencia a salas y el principal escaparate del cine latinoamericano, el Festival de San Sebastián, que sirve como lanzadera de los filmes de la región que forman parte de su sección oficial y de Horizontes Latinos.

Hasta septiembre de 2016, solo uno de los estrenos independientes del año ha superado esa cifra: la brasileña “Tudo que aprendemos juntos” se estrenó el pasado 12 de agosto bajo el título “El profesor de violín”, logrando 31.250 espectadores* (Caramel Films, 59 pantallas), situándose quinta en el top ten latinoamericano. “El abrazo de la serpiente” (Abordar Casa de Películas) se estrenó en plena campaña del Oscar en 22 pantallas y logró 16.375 espectadores, mientras que obras como “Desde allá” (Caramel Films), “Cantinflas” (A Contracorriente) o “Magallanes” (VerCine) alcanzaron 6.300, 5.000 y 3.500, respectivamente. Adolfo Blanco, director de A Contracorriente Films, productora y distribuidora enfocada en películas no localistas y dirigidas a un público adulto, apunta algunas dificultades que enfrenta el cine regional. “El mercado español no es fácil para el cine latinoamericano en general, como tampoco lo es para el europeo. Se ha de competir con el cine norteamericano y con el que defienden las televisiones generalistas, incluyendo RTVE, con armas desiguales. Pero determinadas películas han dejado una estela que ha beneficiado a estrenos que venían después”, señala y cita como ejemplo las argentinas “Nueve Reinas” o las comedias de Juan Taratuto y Damián Szifrón.

Precisamente, Argentina es el territorio que más películas estrenó en 2015 con trece títulos, seguido de México (8), Brasil (7), Chile (6), Venezuela (2) y Colombia, Perú y Cuba (1). Destaca la alta inserción de los filmes brasileños a pesar del idioma -solo tres producciones de Portugal lograron estrenar en el mismo año-, lo cual puede explicarse por las ayudas brindadas por Cinema do Brasil para la distribución internacional de sus filmes. Carlos Pulido, director de Mosaico Filmes, compañía responsable del lanzamiento de filmes como “Beira-mar”, “Casa grande” o “Ventos de agosto” subraya su importancia.  “Esta inversión es muy inteligente, efectiva y rentable, ya que ese premio se multiplica por cien respecto al valor que alcanza al estar en más de cien medios de comunicación llegando a varios millones de impactos de audiencia ocupando un preciado espacio hablando del cine brasileño emergente”, afirma. La empresa de Pulido trabaja desde 2010 en la distribución de filmes de ficción y documentales independientes con acento en la región, con historias de cierto realismo y credibilidad.

Caramel Films es otro de los agentes activos en la circulación de cine regional, que ha lanzado títulos como “Refugiado”, “La sal de la tierra” o “Que horas ela volta?”, entre otras; así como Syldavia Cinema, división de Tornasol que trabaja desde 2014 en la distribución de sus propias producciones e incluye en su catálogo otras obras de cine latinoamericano, como la recién estrenada “La memoria del agua”; y VerCine, empresa a cargo del lanzamiento de “600 millas” y “Magallanes”.

“El mercado español no es fácil para el cine latinoamericano en general, como tampoco lo es para el europeo”.

Condiciones variables

La incertidumbre y el exiguo mercado asegurado determinan las condiciones del lanzamiento en salas. A día de hoy, el promedio de inversión por copia ronda los 4 mil euros y el pago del mínimo garantizado depende, además de la película, de la política y margen de maniobra de cada distribuidora. “Solemos pagar mínimo garantizado porque nos parece justo que sea así, aunque no se puede asumir precios demasiado altos porque estamos ante un mercado pequeño y con poca margen para alegrías. La inversión depende totalmente del título que tengas entre manos, puedes lanzar una película con 30.000 euros o gastar medio millón o más”, apunta Blanco. Por su parte, Juan Carlos de la Hoz, director general de Abordar, subraya la participación en festivales como uno de los elementos que define su línea editorial. “Queremos distribuir un cine exigente, de gran calidad y que puede ser movido con una inversión limitada. Este tipo de cine en nuestro país solo es rentable si su presencia en festivales cubre parte de la promoción y publicidad necesaria”, comenta. Pulido mantiene una visión más cautelosa con respecto a los certámenes, “Un filme se ve valorizado e impulsado por los festivales y premios, y eso puede crear una burbuja en el precio y amortización real del filme. Por eso, aconsejo meditar bien el riesgo que conlleva pagar un mínimo garantizado elevado y no precipitarse ya que después del furor inicial suele venir la dura realidad y competencia de los otros estrenos que acaparan las salas”, apunta.

Si bien el parque exhibidor español se reduce progresivamente -2015 terminó con 3588 salas, 150 menos que en 2014-, nuevas salas art-house están asomando en el horizonte. Es el caso del madrileño Cines Zoco Majadahonda, el mallorquín CineCiutat o el compostelano Numax, que también empezó a incursionar en la distribución con el lanzamiento de “Los hongos” de Óscar Ruiz Navia el pasado septiembre, superando los 1500 espectadores. Este nuevo circuito se postula como una alternativa también para el cine independiente regional y brinda la posibilidad de alargar la vida de los estrenos, que ya no están condicionados únicamente por las entradas vendidas en la primera semana. Este nuevo ecosistema favorece también a las distribuidoras pequeñas en tanto que permite reducir y optimizar el costo de copias y publicidad al diseñar estrategias de lanzamientos más extensas en el tiempo.

Así, en este nuevo paisaje han surgido otras distribuidoras independientes al calor de festivales, como Noucinemart, que nace como división del Festival de Cinema D´Autor de Barcelona y distribuye unas cuatro películas por año de “autores con un carácter fuerte, que arriesgan y presentan obras únicas, excepcionales, especiales”, según explica Carlos Rodríguez, su director. La compañía cuenta en su catálogo obras como “Jauja”, que estrenó en 2014 en 15 salas comerciales, 35 salas culturales y 10 festivales, sobrepasando los siete mil espectadores; además de en las plataformas de Filmin y Movistar+. Con ese mismo esquema nació el sello de distribución del festival Márgenes en marzo de 2015 con una línea editorial basada en cine iberoamericano independiente, lanzando “O futebol” en diciembre de 2015 y “Pozoamargo” en junio de 2016, entre otros. “Hasta hace poco las posibilidades de este tipo de películas se reducían a unas pocas pantallas en Madrid y Barcelona. Gracias a la valentía de estas salas las películas más independientes pueden acceder a un público más amplio”, señala Pablo Caballero, uno de los responsables de Márgenes, iniciativa que también exhibe contenidos en su portal bajo demanda.

También las plataformas VOD integran el circuito alternativo, convirtiéndose, en algunos casos, en la única para el estreno de algunos filmes de la región, como la brasileña “Aspirantes” de Ives Rosenfeld o la argentina “Entre ríos, todo lo que no dijimos” de Nelson Schmunk que de la mano de Mosaico Filmes podrán verse en portales VOD en el último trimestre del año.

A menudo, los estrenos en VOD van acompañados de algunas exhibiciones especiales en filmotecas, cineclubs o en otros espacios bajo la fórmula de cine bajo demanda que promueven iniciativas como Youfeelm o Screenly. Si bien las cifras de visionados no son todavía públicas -algo que tendrá que ir cambiando en pro de la profesionalización del mercado-, el filme regional más taquillero en 2015 en Filmin, la principal plataforma en territorio español, fue “Relatos salvajes”, continuando la estela del éxito en salas comerciales en 2014, lo que indica que los gustos de la audiencia digital se asemejan a los de las salas. Justamente, a pesar de los esfuerzos del nuevo circuito alternativo, todavía no es posible hablar de un público fiel al cine independiente, como sí ocurre en Francia. En este sentido, Rodríguez se muestra cauteloso: “A pesar de que el circuito de salas alternativas es muy importante no siempre se puede rentabilizar la inversión que se realiza con la distribución de algunas películas en nuestro país. Conseguir un estreno en salas comerciales y vender los derechos de emisión a una televisión es lo que permite cuadrar los números. Es eso o entrar en el juego de las subvenciones, pero para las pequeñas y medianas distribuidoras es muy difícil conseguir ayudas a la distribución, ya que las bases y condiciones están pensadas para estrenos comerciales potentes, con muchas copias y como mínimo estrenando en más de 15 provincias”.

* datos a 7 de septiembre de 2016