Cinemateca de Bogotá: un símbolo para un nuevo período de encuentro entre el cine y la ciudad
La Cinemateca de Bogotá inauguró su nueva sede en el centro de la capital colombiana en junio de 2019. Se trata de un espacio de 8.500 metros cuadrados en los que además de tres salas de cine, aloja dos espacios expositivos interdisciplinares, una Biblioteca y Mediateca, un espacio para la creación y experimentación, un área de archivo vivo y memoria, un lugar para la experimentación artística para las infancias, aulas de formación y espacios de encuentro social. La programación combina exhibiciones de cine colombiano, latinoamericano e internacional con talleres, charlas y laboratorios de experimentación.
Además, a través de su figura como Gerencia de las Artes Audiovisuales del Idartes (Instituto Distrital de las Artes), lleva adelante los programas Comisión Fílmica; y Cinemateca Rodante, que se propone conectar la Cinemateca con la ciudadanía, y viceversa. Justamente, el objetivo de “hacer ciudad” se propone cumplir ya desde la misma propuesta arquitectónica, desarrollada por el Colectivo 720 y diseñada desde la esencia de espacio público. Se trata de un equipamiento que puede fungir de símbolo para la nueva etapa social y política que está viviendo el país colombiano en este tiempo. El gestor cultural, realizador y escritor Julián David Correa, quien estuvo al frente de la Cinemateca en dos períodos (2001-2004 y 2013-2016) fue uno de los principales artífices de la reformulación de la institución, fundada en 1971 por la gestora cultural Isadora de Norden como Cinemateca Distrital.
Desde abril, Ricardo Cantor Bossa lidera la Gerencia de Artes Audiovisuales y la Cinemateca de Bogotá, de la que destaca que a lo largo de su historia, además de espacios físicos ha tenido “una presencia simbólica, constante y articulada con el sector y la ciudadanía en los diferentes territorios de Bogotá y el país”. Realizador, productor y gestor cultural, Cantor Bossa fue productor de largometrajes como “El resquicio”, “La semilla del silencio” o “Antes del olvido”; y llegó a gerencia de la institución tras varios años de trabajo en el ámbito público como líder de la Comisión Fílmica de Bogotá entre 2014 y 2016, asesor de la Cinemateca, del Ministerio de Cultura para la Dirección de Cinematografía y de la Dirección Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos. LatAm cinema conversó con Cantor Bossa a pocos meses de su nombramiento.
¿Podrías contar, a grandes rasgos, cómo es el trabajo que realizan en la Cinemateca en relación al archivo?
La Cinemateca de Bogotá tiene un acervo en diversos formatos audiovisuales y documentales, con los cuales realiza procesos de preservación, formación en gestión de archivos, circulación de la memoria audiovisual, restauración de obras y apropiación a través de procesos de creación con uso de archivo, generando nuevos patrimonios y manteniendo la memoria viva. Cabe destacar que hemos recibido donaciones de los archivos de Carlos Mayolo y Luis Ospina. También contamos con un centro de consulta especializada y una biblioteca/mediateca, que funciona a la vez como espacio de investigación, laboratorio ciudadano y espacio de encuentro alrededor de las artes audiovisuales.
¿Cuáles son las políticas de programación que siguen en relación al cine nacional y latinoamericano?
La programación de la Cinemateca de Bogotá se teje en conjunto con el sector y las ciudadanías de 7 maneras: nuestros ciclos propios (Rosa, Afro, Cicla, Horizontes, Que haiga paz); los estrenos nacionales e internacionales que presentan los distribuidores; los festivales y muestras con procesos autónomos de gestión y programación; las muestras de cines nacionales en articulación con las embajadas y la diplomacia cultural presente en Bogotá; nuestras becas de curadurías a través de convocatorias; las franjas regulares como la de contenidos producidos por creadores de base comunitaria o aprendices de cine de la ciudad, la de cine colombiano y la de memoria; y la invitación pública Franja Vive la Cinemateca con la cual que organizaciones nos proponen funciones especiales en nuestras salas. A través de estos mecanismos la Cinemateca enciende las luces de sus proyectores para generar el encuentro entre públicos con el cine colombiano, latinoamericano y mundial de corte autoral e independiente.
¿Cuál es el esquema de gestión y de financiación de la Cinemateca de Bogotá?
La Cinemateca de Bogotá cuenta con recursos del presupuesto de la ciudad destinados desde la Alcaldía Mayor y el Instituto Distrital de las Artes-Idartes, adicionalmente la Gerencia de Artes Audiovisuales recibe recursos provenientes del Permiso Unificado para Filmaciones Audiovisuales (PUFA), el arrendamiento de locales comerciales, el alquiler de espacios misionales, la taquilla de las salas de cine, la venta de servicios como visitas guiadas, talleres en periodos de receso escolar o digitalización de material fílmico.
La Cinemateca diseña en su programación espacios para el pensamiento, la reflexión y el debate sobre las artes audiovisuales a través de conversatorios, paneles, visitas guiadas, encuentros con directores, talleres de crítica y escrituras creativas, talleres de apreciación, entre otros procesos.
¿Cuáles son sus líneas de trabajo en relación a la formación de públicos?
En cuanto a la formación de públicos, la Cinemateca diseña en su programación espacios para el pensamiento, la reflexión y el debate sobre las artes audiovisuales a través de conversatorios, paneles, visitas guiadas, encuentros con directores y equipos de las obras, talleres de crítica y escrituras creativas, talleres de apreciación, entre otros procesos. También tenemos una oferta de actividades y experiencias artísticas en el marco del programa ¡Vive la Cinemateca! con franjas los fines de semana y vacaciones recreativas orientadas al público infantil y familiar en relación con las Artes Audiovisuales.
¿Cómo se proyectan desde la Cinemateca en relación al diseño del espacio público?
La Cinemateca a partir de su nueva sede, inaugurada en 2019, se piensa físicamente como un espacio abierto a la ciudad con un diseño arquitectónico que recibe visitantes desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad y que se integra a los espacios públicos circundantes en este punto estratégico del centro de la ciudad; simbólicamente se propone la ampliación del diálogo con las ciudadanías hacia públicos espontáneos y no especialistas y hacia las artes audiovisuales incluyendo la televisión, el videoarte, las narrativas interactivas e inmersivas, etc. Realizamos procesos en los barrios de la ciudad a través de la estrategia Cinemateca Rodante y orientamos y facilitamos las filmaciones en el espacio público a través del Programa Comisión Fílmica de Bogotá.
¿Cómo es el trabajo de la Cinemateca en relación al fomento de la creación y la experimentación?
La Cinemateca promueve y apoya la creación y la experimentación de diversas maneras. A través de las convocatorias del Programa Distrital de Estímulos para la producción y circulación de proyectos, con talleres para la escritura y la producción en los barrios y localidades de la ciudad con la estrategia Cinemateca Rodante, que cumple once años en 2022; desde el ecosistema de creación y experimentación MediaLab, desde el cual exploramos la evolución de las narrativas audiovisuales con la incorporación de nuevas tecnologías o tecnologías en desuso; y desde el área de Archivo Vivo y Memoria con procesos de reutilización y resignificación de material patrimonial para generar nuevas lecturas y preguntas a esa memoria audiovisual y generar nuevas obras.
¿Cuáles consideran que hoy son los principales desafíos para la Cinemateca de Bogotá?
Consolidar y fortalecer una oferta abierta a las diversidades desde todos los puntos de vista posibles: a nivel etáreo para niños y niñas, y adultos mayores; a nivel de capacidades diversas o personas en condición de discapacidad, con enfoques diferenciales para pueblos étnicos como los afro e indígenas, oferta para territorios rurales y ampliar la descentralización de nuestros programas. Continuar la sensibilización y apropiación sobre las narrativas audiovisuales experimentales, interactivas e inmersivas. Fortalecer agentes para la circulación, preservación y apropiación del cine colombiano y latinoamericanos desde la exhibición, la crítica, la gestión de archivos y la investigación. Desarrollar audiencias para las cinematografías mundiales independientes y experimentales, con apuestas y rupturas estéticas y narrativas, que ponen en crisis los cánones, que diluyen los límites con otras artes, y en especial para los cines y creadores latinoamericanos.