El cuello de botella que puede limitar el crecimiento del ecosistema audiovisual latinoamericano

América Latina y el Caribe atraviesan un boom audiovisual que ha generado una creciente demanda de equipos técnicos de producción y postproducción para atender las necesidades de los servicios de streaming; sin embargo, los países de la región no están en condiciones de satisfacer esa demanda. Tras la paralización de un gran número de producciones debido a la pandemia, se prevé una rápida recuperación del crecimiento y, en consecuencia, una mayor demanda de equipos calificados de profesionales técnicos “below the line” para la producción de contenidos audiovisuales.

El contexto de la industria

En 2019, el gasto mundial en producción de contenido audiovisual alcanzó un récord de 177 mil millones de dólares y 14 millones de empleos de tiempo completo. En su publicación anual "Global Entertainment & Media Outlook", PricewaterhouseCoopers (PwC) afirma que mientras la industria mundial de exhibición experimentará un lento regreso a los niveles anteriores a la pandemia, se prevé que el sector de streaming facture 94 mil millones de dólares a finales de 2025, lo que supone un aumento del 60%. Esta tendencia se ha reforzado en los últimos meses en América Latina con múltiples anuncios de inversión en producción de contenido por parte de Amazon Prime, Disney +, GloboPlay, Netflix, HBP Max, AppleTV +, Moviestar +, Claro Video, Paramount +, Televisa-Univision.  Actualmente, solo en América Latina, hay 494 plataformas de transmisión (Whip Media 3/2021), 47 de las cuales están en Brasil.

Los datos concretos

La nueva publicación del Banco Interamericano de Desarrollo-BID “Detrás de cámaras: creatividad e inversión para América Latina y el Caribe: Aprendizajes de una conversación con voces claves del sector audiovisual” ofrece una reflexión sobre el potencial de la industria y los retos que enfrenta su fuerza de trabajo, y deja en evidencia la necesidad de brindar capacitación para que el sector pueda seguir creciendo. Una encuesta encargada por la publicación del BID sugiere que “la ausencia de cursos y opciones de capacitación al nivel de los estándares requeridos por la industria global y la falta de sintonía entre la experiencia curricular y la práctica fueron vistos como los principales retos a los que se enfrenta la fuerza laboral de producción audiovisual en América Latina y el Caribe”. Según los resultados de la encuesta realizada por la consultora internacional independiente Olsberg SPI, entre los puestos below-the-line con mayor demanda destacan: diseñador(a) de producción, VFX, coordinador(a) de dobles de acción (stunts), continuista (guion), jefe(a) de seguridad de Covid, y supervisor(a) de efectos especiales.

La inversión en formación de técnicos profesionales

De acuerdo con el estudio técnico de Olsberg SPI “Mejores prácticas en el desarrollo del sector audiovisual” (9/2019), la mano de obra calificada es uno de los cuatro pilares básicos para una industria audiovisual consolidada; los otros tres son: incentivos, infraestructura y servicios, además de un entorno “film-friendly”. Por otro lado, varios gobiernos también han entendido el valor de la industria audiovisual para el crecimiento económico de sus países debido a su impacto en otros sectores económicos. Según otro estudio de Olsberg SPI, “Producción audiovisual global: el impacto de la producción de cine y televisión en la recuperación económica después del COVID-19” (6/2020), en promedio, el 67% del gasto en producción audiovisual llega a sectores fuera de la industria; es decir, la industria audiovisual tiene un impacto positivo significativo para todo el conjunto de la economía.

Tras la pandemia se prevé una demanda creciente para la producción de contenidos audiovisuales, y, en consecuencia, una mayor demanda de equipos calificados de profesionales técnicos “below the line”.

El modelo europeo

Bajo el paraguas del programa Creative Europe Media, la mayoría de los países europeos tienen programas de formación avanzada, como ScreenSkills en el Reino Unido. Creative Scotland, Screen Skills Ireland y Euro-MEI son otros reconocidos programas de formación above-the-line y below-the-line.

Un programa piloto

El Programa LATC de Actualización Técnica para Profesionales del Audiovisual 2021 es un programa piloto del Latin American Training Center llevado a cabo de forma remota y dirigido a profesionales técnicos del audiovisual (below-the-line) en diversos países de Latinoamérica. El formato es una serie de 10 clases magistrales de 2-3 horas cada una, que cubren las principales etapas de la cadena de producción audiovisual: preproducción, producción y posproducción. Las clases están impartidas por renombrados profesionales de la industria, y cuentan con el apoyo institucional local de asociaciones y entidades de los sectores privados y públicos relacionadas al sector audiovisual.

La selección de temas y tutores(as) se hace de común acuerdo entre LATC y los socios locales, en base a las necesidades actuales del mercado y a las características en cada país. Entre los temas abordados, destacan: asistencia de dirección, dirección de arte, continuidad, DIT/gerente de medios, efectos visuales, HDR, dirección de fotografía, supervisión de postproducción, line producer, iluminista (Gaffer), edición, entre otros. La asistencia a las clases es gratuita, o se paga  una cuota simbólica, y en cada programa se aplica la política de diversidad e inclusión del LATC. Hubo ediciones en Argentina, Brasil, Colombia, con un promedio de 150 asistentes en cada clase. Actualmente, se está llevando a cabo un programa conjunto para Bolivia, Ecuador y Perú, y uno dirigido a México. También está prevista una edición a finales del año en Centroamérica y el Caribe. Todos los programas funcionan como versiones preliminares de cursos más extensos previstos para 2022.

La planificación de políticas públicas de formación técnica debe centrarse en los siguientes pasos:

  • 1) Coordinación con la industria (asociaciones de productores, sindicatos y otros) para establecer necesidades específicas del sector.
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  • 2) Creación, desarrollo y oferta de cursos técnicos (below-the-line) relacionados con la producción de todos los formatos de contenidos audiovisuales (películas, TV, animación, juegos y VFX), para todos los niveles, desde pasantes o principiantes, hasta profesionales con experiencia, que necesitan reciclaje y/o actualización en su área.
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  • 3) La oferta de financiación para ciclos de clases magistrales, cursos y talleres de formación técnica, con una continuidad permanente.
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  • 4) Apoyo a una variedad de iniciativas de aprendizaje profesional en el trabajo, tales como pasantías, contrataciones a tiempo parcial por parte de empresas de producción y “shadowing” (la observación de actividades profesionales en el lugar de trabajo).

 

Ahora es la hora

Está claro que con el boom de la demanda de contenidos audiovisuales y la previsión de un crecimiento aún mayor surge una oportunidad para preparar y formar equipos técnicos. La falta de profesionales calificados que cubran esa demanda es un cuello de botella que podría lastrar seriamente el crecimiento sostenible en la región. El gran desafío para la industria latinoamericana, tanto en el sector público como privado, es aprovechar esa oportunidad.