“El agente topo” de Maite Alberdi.
“El otro” de Francisco Bermejo.
“Isla Alien” de Cristóbal Valenzuela.
“El viaje espacial” de Carlos Araya.

El documental chileno marca una fuerte presencia en mercados extranjeros

La industria de cine mundial, en todas sus esferas que componen a la cadena de producción, se encuentra en proceso de adaptación y en un replanteo para ver cómo se reactiva a un sector que fue duramente afectado por la situación del coronavirus. No todos los países ven con optimismo la actual situación, sin embargo, Diego Pino, director de Chiledoc, la marca sectorial para promocionar las obras documentales chilenas, considera que el documental se encuentra en “uno de sus mejores momentos” en su país. Adaptados a la virtualidad en la que se vienen realizando los festivales y mercados extranjeros cinematográficos, además de llevar un espíritu colaborativo, el documental chileno ha logrado marcar una fuerte presencia de diferentes obras en circuitos internacionales durante el primer semestre del año en medio de la pandemia global.

Entre abril y julio la producción documental chilena marcó presencia virtual en festivales como el de Sheffield (Inglaterra), HotDocs (Canadá), Visions du Réel (Suiza) y el Marché du Filme (Francia); además del DocMontevideo, que se viene realizando en una modalidad en línea desde el 20 hasta el 31 de julio. En el evento inglés, uno de los tres festivales de no ficción más importante del mundo, seis producciones chilenas fueron seleccionadas por primera vez, de las cuales tres –“Rompiendo el ladrillo” (La Ventana Cine, Chile); “Imágenes a la deriva” de Nicolás Tabilo (Inefable) y “La casa aún está a oscuras” de Felipe Roa (coproducción de Thor Hampus y Daniela Camino)– participaron del MeetMarket.

Asimismo, “Isla Alien” de Cristóbal Valenzuela (Glaciar Films) y “A la sombra de la luz”, dirigida por Ignacia Merino e Isabel Reyes (Dos Be Producciones), fueron los proyectos que formaron parte del Forum de HotDocs, el mercado documental más importante de América del Norte.

Pino le cuenta a LatAm cinema que esta labor que vienen realizado es para conectar a los proyectos, realizadores y productores con los tomadores de decisiones de cada uno de esos mercados. “Hoy nos hemos hecho expertos en plataformas virtuales, desde aprender a usar Zoom o las distintas plataformas de networking a nivel internacional. Hemos podido participar de varios mercados documentales y cada uno tiene una nueva manera de funcionar, con más interacción que otras, entonces acceder y acostumbrarse a generar relaciones y encuentros a través de estas plataformas fue un desafío súper importante”, afirma.

Otro de los desafíos, según el director de Chiledoc, fue encontrar estrategias para posicionar el documental chileno a través de otras ventanas. Ante la imposibilidad de viajar y estar presenta en un lugar, otras ventanas como las redes sociales, la incorporación de su contenido a espacios y promoverlos de una manera más óptima se convirtieron en una necesidad; además encontrar al público y tratar de ser lo más eficaz posible. Acciones que quizá antes no eran lo primordial y ahora, precisa, les parecen una punta de lanza.

“Hay un espíritu dentro del sector de colaboración de trabajo en conjunto que ya no es independiente, que ya no tiende a la competencia. Eso ha sido clave trabajarlo, no solo nosotros como Chiledoc, sino con todo el sector. Si a todos nos va bien, va a ser mejor que si a solo uno le va bien, eso se ha visto, lo que está pasando hoy es resultado de eso”, dice Pino.

Pino destaca a Chiledoc como resultado de un trabajo sectorial en el que las asociaciones gremiales se han juntado mucho más y donde el Estado, a pesar de los cortes al sector cultural debido a la pandemia, también está apoyando a la internacionalización del documental chileno. “Falta mucho aporte del Estado, financiamiento. Falta que el documental, el cine y la cultura sean considerados una prioridad”, agrega el director de Chiledoc.

El contexto nos permite abrirnos a nuevas posibilidades sin tomar un avión y si somos optimistas podemos verlo como una oportunidad de hacer conexiones internacionales claves sin movernos de nuestros países.

En el marco DocMontevideo, seis proyectos chilenos han sido seleccionados en Pitching Documental y Pitching Series, en busca de alianzas y financiamiento. Entre las series se encuentran producciones como “Caminos”; “Misión Antártica” (en coproducción con Alemania); y “El baile de los que sobran” (en coproducción con México). Entre los documentales están “Alis” (en coproducción con Colombia); “Las próximas batallas” y “Una sombra oscilante” (en coproducción con Argentina). “Los realizadores y los productores están preocupándose de contar historias más universales, pero no porque la historias sean sobre grandes temas, sino que al dar esa opinión sobre el mundo, donde la particularidad de una historia se vuelve también en algo más universal, en torno a la emoción, al sentimiento, a la importancia y a la urgencia”, afirma Pino.

Entre los principales documentales que Chiledoc está moviendo internacionalmente se encuentran actualmente “El agente topo”, de Maite Alberdi –una coproducción entre Chile, Estados Unidos, España, Holanda y Alemania, que tuvo su estreno en Sundance a inicios de año y que, el pasado mes, sus derechos fueron vendidos a Australia y Nueva Zelanda (Madman), Escandinavia (NonStop), Israel (Yesdocu), China (DDdream) y Brasil (Globoplay); así como “El otro”, de Francisco Bermejo –producida por Juntos Films–, documental ganador del Premio de la Competencia Internacional Burning Lights, en Visions du Réel el pasado mayo. “Es una película que a través de Chiledoc pudo recorrer laboratorios y mercados, y fue muy importante y relevante para conocer el camino que debiera recorrer. Las cosas están cambiando y los circuitos de festivales van a tener que amoldarse y adecuarse a las circunstancias”, dice Bermejo.

Otras producciones que son promocionadas en este momento en el mercado internacional, son “El viaje espacial” de Carlos Araya (Productora María Una Vez), documental que fue estrenado el pasado año en el Festival Internacional de Cine de Valdivia; así como “Visión nocturna” de Carolina Moscoso (El Espino Films), que se adjudicó el Premio Especial del Jurado de la Competencia Largometraje Chileno del 26º FICValdivia y que alcanzó, aún, a estrenarse en salas el pasado marzo.

Según Pino, lo que depara el futuro para el documental chileno es un espacio de desarrollo reflexivo de los realizadores y productores, de los mercados, para repensar si la manera en que conectaban era la adecuada, rescatando lo mejor de antes y lo mejor de ahora para desenvolverse en un mundo que parece que ya no va ser el mismo. “Igual siento que no van a cambiar radicalmente las visiones de mundo que estamos teniendo, lo digo porque siento que en Chile nos adelantamos un poquito con el estallido social que tuvimos en octubre del año pasado, y que venía de alguna manera como fortaleciendo la idea de cambio y transformación. Creo que sobre ello, la pandemia viene a potenciarlo y reforzarlo, y va a hacer nacer muchos proyectos, no solo documentales, que hagan repensar ese despertar y ese cambio que queremos mostrar en las películas, ese sueño de que otra sociedad es posible”, finaliza el director de Chiledoc.