El poder de lo real destaca en el nuevo cine panameño
La octava edición del Festival Internacional de Cine de Panamá, IFF Panamá, descubrió lo más reciente de la producción nacional con siete novedades. Territorio, identidad y música son los temas centrales de la selección panameña que se exhibió en el festival, destacando el poder de lo real.
Dentro de la competencia Historias de Centroamérica y el Caribe se vieron dos nuevas películas panameñas, ambas documentales. “Tierra adentro” es la ópera prima del italiano afincado en Panamá, Mauro Colombo. Director de fotografía de películas como “Yo no me llamo Rubén Blades”, su primer largometraje se adentra en el Tapón del Darién, un bosque que divide a Panamá de Colombia, donde se cruzan desde campesinos hasta narcotraficantes.
Su interés por la naturaleza llevó a Colombo a conocer la selva y dio origen a este documental de forma un poco azarosa. “Empecé a recorrerla y sentí que había un misterio que me interesaba retratar. A partir de allí, me interesó hablar de quienes transitan por este lugar”, cuenta el director en diálogo con LatAm cinema.
“Es un territorio enigmático porque es una frontera pero no hay frontera; hay una selva como frontera. Y pasan muchas cosas, el tráfico de drogas, están los migrantes que llegan de África, indígenas con una realidad muy fuerte. Entonces quise hablar de la selva, a través de las diferentes percepciones de las personas que viven o pasan por este territorio”, cuenta Colombo.
La película, que se rodó a lo largo de cuatro años y tuvo un año de posproducción, es una producción de Apertura Films. Tuvo su premiere mundial en el Festival de La Habana, y en IFF Panamá obtuvo el premio de mejor documental de la revista K.
“Panamá Radio” fue el otro film panameño de la sección. Documental dirigido por Edgar Soberón Torchia, con producción de Boho Films, propone un viaje nostálgico a los años 60 para retratar la época de oro de Panamá Radio, una tienda dedicada a la venta de discos que se convirtió en centro de la escena musical. Grandes músicos nacionales e internacionales pasaron por la tienda, que tenía a un grupo de mujeres como grandes anfitrionas.
“Mi interés por esta historia es personal. Yo compré discos en esta tienda, y su oferta musical y la atención que daban me cambió mi manera de percibir la música. Mi sorpresa fue cuando se estrenó en el festival y me di cuenta que para mucha gente también tenía un significado muy importante por la época que representa”, comenta el director.
El documental se inició cuando Soberón casualmente se encontró con las mujeres que trabajaban en la tienda, quienes son el hilo conductor de la película. El filme, que tuvo su estreno mundial en IFF Panamá, es un retrato de época que también habla sobre la inserción de las mujeres en el mundo laboral. Tras el festival se verá de forma gratuita en diversas comunidades al aire libre y también se organizarán clínicas musicales.
Territorio, identidad y música son los temas centrales de la selección panameña que se exhibió en el 8º IFF Panamá, destacando el poder de lo real.
Justamente, la música ha sido el tema sobresaliente de la selección de documentales que integraron la flamante sección Perspectiva Panameña, que presenta a nuevas voces que buscan expresan historias relacionadas con el país. “Azuquita”, de A. Fernández, rescata la historia del músico panameño Luis Argumedes (Camilo Azuquita); “Calypsonians”, de Anghelo Taylor, se centra en la revalorización del género musical calypso; mientras que “Los nietos del jazz”, de Lucho Araújo, sigue a un grupo de adolescentes del barrio unidos por su pasión por el jazz, que afrontan una maratónica jornada para grabar su primer álbum.
Este nuevo apartado se completó con “Huaquero: Profano de las sombras”, primera película del director y guionista Adrián Alexis Mora; una ficción que se adentra en el tema del tráfico de piezas arqueológicas.
Finalmente, “La estación seca”, de José Ángel Canto, se vio como parte de las Presentaciones especiales, sección destinada a películas que poseen una singularidad particular. Esta historia, escrita por el director junto a Soberón Torchia y Wladimir Uliantzeff, habla del Panamá contemporáneo, a partir del boom inmobiliario, siguiendo a tres personajes: un guía mujeriego, un cineasta desempleado y una ex campeona de surf embarazada.