El valor del pitching: medio minuto que puede cambiar el futuro de tu proyecto

Por Paco Rodriguez, director de Media Training & Consulting.*

Medio minuto puede cambiar el futuro. De nada servirán los largos años de estudio y trabajo si en los primeros 30 segundos de conversación alguien no causa buena impresión a la persona que busca que le contrate o que participe en su proyecto. Pasado ese tiempo, el interlocutor ya se ha hecho una idea y tiene construido un prejuicio favorable o desfavorable para ti. A todos nosotros nos ha toca o nos tocará tarde o temprano exponer algún tema, realizar una presentación a una audiencia, vender a un cliente, convencer a un comité de dirección o simplemente obtener una decisión de alguien sobre algo en concreto. Para ello, elaboramos de forma consciente o inconsciente estrategias para conseguir nuestro objetivo.

Pero cuando llega el momento: ¿Qué suele ocurrir fisiológicamente en tu interior? ¿Cómo llevas tu diálogo interior? Esa vocecita que termina dominando a la parte más débil; la que lo va a hacer fantásticamente bien o la que va a minar y destrozar tu presentación. ¿Estás seguro de que cuando llegue el momento la voz no te va a temblar? ¿Vas a desarrollar cada idea una a una y sin atropellarte? ¿Vas a estar tan seguro en público como lo estás en privado?

Somos humanos, frágiles y falibles. Y estamos acosados por el mismo tipo de fantasma: el miedo. Ahora bien; ¿miedo a qué? Fundamentalmente, miedo al fracaso, al ridículo. Aprende los pasos para desactivar la bomba de relojería del pánico y ayúdate por las técnicas de la inteligencia emocional y la PLN. El control de tus emociones te ayudará a mejorar tus estados anímicos para facilitar una mejor comunicación.

“El miedo es una forma de percibir la realidad”, dice el Maestro Ferreiro. Y de percibirte, sobre todo, a ti mismo en relación a los demás. Añade también que “el miedo es un mantra: detrás está el tesoro”. ¿Cómo llegar a él? Antes de alcanzarlo, debes prepararte muy bien. Esta es la segunda clave para realizar un buen pitch: la preparación. Es decir un 10% de inspiración y 90% de transpiración. Cuanto mejor preparado llegues, más confianza tendrás en ti mismo para vencer y superar tu miedo escénico o terror al ridículo.

La tercera clave es tener la habilidad de poder conocer tu expresión corporal y mejorarla para canalizar mejor tu mensaje. Más de la mitad de nuestra comunicación depende de ello. No olvides que vivimos en un mundo de emociones y debemos saber generarlas en los demás. Recuerda que la gente compra por la emoción, no por la lógica, y se hace una primera impresión durante los primeros segundos de primer encuentro.

Los que mejores e inspiradores pitchs son los que nos hacen a diario los niños cuando quieren que les compres algo que saben que no van a sacarte a la primera. Observarlos con detenimiento es recibir toda una clase magistral. Mi hijo es un campeón del que aprendo a diario. En nuestro sector, somos corredores de fondo que “vendemos” intangibles, un humo creativo de historias que buscan materializarse en imágenes y sonidos.

Utilizarás el pitch continuamente, en todas las etapas de la producción audiovisual, ya sea en la fase de desarrollo, el casting, la selección del talento, la financiación, la producción o la distribución, y para instar a terceros que otorguen más fondos, medios o recursos al proyecto. Los productores que elaboran un pitch tienden a confeccionar un paquete de producción (packaging) como hemos visto, que es entregado a cada inversor potencial o interesado en participar en la obra.

El pitching es la habilidad de sintetizar una idea con el objetivo de presentar un contenido de una forma clara, breve e intrigante para despertar curiosidad e interés, despertar la atención y profundizar posteriormente en una segunda reunión. Se trata como en el baseball, lanzar una idea (pitcher) con suficiente fuerza como para que atrape al que la escuche y la haga suya. Evita contar todos los detalles. No hay una fórmula mágica, cada pitch es diferente y dependerá sobre todo de quién lo hace y de cómo lo ha preparado. Todos deben realizarse con pasión y entusiasmo. 

El pitching es un paso obligado de todo proyecto cinematográfico. En este artículo, el especialista Paco Rodriguez analiza "los buenos ingredientes para hacer un buen pitch".

Los buenos ingredientes para hacer un buen pitch

1- Control de ti mismo e inteligencia social.

2- Brevedad: Céntrate en lo importante

3- Pasión, entusiasmo. Recuerda que la gente compra por la emoción, no por la lógica, y se hace una primera impresión durante los primeros segundos del encuentro.

4- Naturalidad: Ser tú, no usurpes personalidades o hacerte pasar por lo que no eres.

5- Empatía: generarla antes de llegar a la propuesta de negocio.

6- Credibilidad y confianza

7- Buena expresión corporal (domina tus emociones y evita que te dominen ellas)

 

* Media Training & Consulting tiene como objetivo cubrir una serie de necesidades del sector audiovisual y cinematográfico y de los contenidos digitales, dentro del campo de la consultoría y formación, tanto presencial como on line.