• Escuelas de cine en España: de las aulas al set

    Presentación de ECAM Industria.

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    Aula en la EQZE.

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    Rodajes de estudiantes en la ESCAC de Barcelona.

Escuelas de cine en España: de las aulas al set

Fundamentalmente, las escuelas de cine son espacios donde los estudiantes adquieren herramientas para la práctica audiovisual y para reflexionar sobre el cine. Directores y productores coinciden en que el paso académico es indispensable para cuestionarse y arriesgarse en las formas y en el lenguaje: es el espacio de la experimentación, de nutrirse de referentes, de discutir y de ver mucho cine.

Pero también es el lugar donde empiezan a imponerse el trabajo en equipo y la necesidad de aliados para llevar a puerto cualquier propósito artístico. Si bien, tradicionalmente, la formación cinematográfica ha estado enfocada sobre todo en el aspecto artístico y muchos programas quizá dejaron en un segundo plano la relación con la industria, los constantes cambios que está viviendo el sector -acentuados por los años de pandemia- han empujado a los centros de estudios a ofrecer nuevas herramientas que ayuden a sus estudiantes a desenvolverse en la realidad de los procesos y las estrategias de producción, y a entender el funcionamiento de la industria.

En pleno auge de la internacionalización universitaria, analizamos las propuestas de tres escuelas españolas para apoyar a sus alumnos en el salto de las aulas al set: la Escuela de Cinematográfica y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM), la Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE), y la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC).

Artículo incluido originalmente en la revista Nº 55 de LatAm cinema.

ECAM: Hacer y estar 

Por quinto año consecutivo, la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM) quedó entre las 15 mejores del mundo en el ranking anual realizado por la revista The Hollywood Reporter. Ubicada en las afueras de Madrid, la escuela cuenta con titulaciones de postgrado, diplomaturas y formación continua, además de los programas especiales Formación Cero (dirigida a profesores de secundaria), In-company (dirigida a empresas e instituciones públicas y privadas) y alfabetización audiovisual. 

La especialización de Cost Controller -la figura que controla y gestiona el presupuesto de los proyectos en coordinación con el director de producción- es sólo un ejemplo de cómo la industria abre campo para que profesionales formados en otras disciplinas se decidan a hacer carrera en el mundo audiovisual. Esta figura se ha vuelto especialmente relevante en el marco de los grandes proyectos de las plataformas de streaming, que requieren de un equipo profesional muy especializado. Esta especialización se dirige específicamente a profesionales con formación en administración, contabilidad y a expertos en gestión de empresas, pero hay más posibilidades, incluyendo arquitectura e ingeniería. 

Creada en 1994 como fundación cultural sin ánimo de lucro, la ECAM mantiene desde su origen el objetivo de brindar una formación práctica tendiendo redes en la industria desde el comienzo. “La tasa de inserción laboral de la ECAM es bastante alta, en torno al 70% y, en gran parte, esto obedece a los vínculos que se crean entre el alumnado de distintas promociones”, comenta Alba Wystraëte, gerente de la escuela madrileña. En sus casi 30 años de historia, la ECAM ha preparado a más de seis mil profesionales, incluyendo a los directores, Rodrigo Sorogoyen (“As bestas”) y Pilar Palomero (“Las niñas”), y las productoras Nuria Landete (Elamedia Estudios) y Gemma Vidal (Atresmedia Cine). 

Sus planes de apoyo a egresados son otra de las razones que mantienen a la escuela madrileña en el ranking de las mejores del mundo. Es el caso del Mercado Anual de Series ECAM, que este 2023 celebró su tercera edición. Este espacio -que se nutre de proyectos de series del Máster en Guion de Series de Ficción y de la Diplomatura de Guion- prepara a los cineastas para las sesiones de pitch ante la industria, concibiéndose, así, como un puente entre la formación y el mercado.

En esta misma línea, el departamento de Talento de la escuela gestiona la búsqueda de prácticas y empleo, y ofrece asesoramiento para que los estudiantes puedan acceder a residencias y festivales con sus primeros proyectos. ECAM Industria cuenta con dos programas de desarrollo con este propósito: La Incubadora y La Distribuidora. El primero, está dirigido a productores residentes en España con un proyecto de largometraje que cuente con director y guion. Wystraëte destaca que este programa es uno de los pocos en España que hace foco en la figura del productor y se enorgullece del gran número de casos de éxito de productoras emergentes que han pasado por La Incubadora. La Distribuidora, por su parte, trabaja mano a mano con los estudiantes para trazar el mejor recorrido de cortometrajes y documentales en festivales.

Además de estas iniciativas, la ECAM cuenta también con Start Me Up, un programa de desarrollo de largometrajes que busca fortalecer los proyectos participantes y dotar a sus responsables de herramientas de producción y marketing. Entre otros films que han pasado por este espacio, destacan el mexicano “Adiós a Satán” de José Pablo Escamilla (Colectivo Colmena) y “Si no ardemos cómo iluminar la noche”, coproducción entre Costa Rica, Francia y México dirigida por Kim Torres.

Directores y productores coinciden en que el paso académico es indispensable para cuestionarse y arriesgarse en las formas y en el lenguaje: es el espacio de la experimentación, de nutrirse de referentes, de discutir y de ver mucho cine.

EQZE: Una escuela de cineastas 

La Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE) se presenta como “la escuela de los tres tiempos” -pasado, presente, futuro-, una síntesis atravesada por la historia del cine y de San Sebastián, la ciudad donde conviven los tres agentes que conceptualizaron la escuela: la Filmoteca Vasca, el Festival de San Sebastián y el centro internacional de cultura contemporánea Tabakalera, donde la escuela tiene su sede. Este triángulo es, a su vez, terreno fértil para que los alumnos realicen sus prácticas de postgrado y fortalezcan sus redes de contactos. 

“El proyecto de EQZE es muy joven, permeable y en cuestionamiento permanente. Es un rasgo identitario que está en el origen mismo de la eskola y que tenemos la firme voluntad de mantener porque hace a nuestra idiosincrasia”, explicó a LatAm cinema, Arrate Velasco coordinadora académica de la escuela. 

Creada en 2017, y financiada por la Diputación Foral de Gipuzkoa, la EQZE es un centro adscrito a la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) que cuenta con tres itinerarios formativos: Archivo (el pasado, la investigación, preservación, restauración); Comisariado (el presente, la conceptualización, programación, gestión, desarrollo, difusión); Creación (el futuro, la ideación, experimentación, materialización). 

Aunque, estructuralmente, son tres órbitas distintas de formación, en la práctica y en el propio plan de estudio es un ir y venir de conocimientos que se entremezclan continuamente. En este sentido, el modelo pedagógico de la EQZE no distingue entre pensamiento y praxis cinematográfica, al entender que existe una forma de pensar a través de la cámara. Como explica Velasco: “aunque tengamos tres itinerarios la propuesta pedagógica es la misma; la escuela es la misma”.  

Para la EQZE, la formación no termina una vez culminada la etapa “académica” de formación, sino que se proyecta en la realización de prácticas profesionales, becas y residencias. Por tanto, además de apoyar a sus alumnos para que saquen adelante sus proyectos “aportando recursos, tanto técnicos como de equipamiento, y también acompañamiento creativo en la difusión y el establecimiento de redes de conexiones profesionales”, el objetivo a largo plazo de la EQZE es que el egresado construya una vida como cineasta.

Por otro lado, y como ya es habitual, la EQZE tendrá una importante presencia en esta nueva edición del Festival de San Sebastián, donde participan cuatro proyectos gestados en la escuela por estudiantes de las cinco primeras promociones del centro, incluyendo el cortometraje “Las estatuas” de la mexicana Natalia García Clark, seleccionado en la competencia Nest.

Desde 2018, la escuela también forma parte de Ikusmira Berriak, el programa de residencias y desarrollo de proyectos de realizadores emergentes de todo el mundo coorganizado junto al Festival de San Sebastián, Tabakalera y Donostia-San Sebastián 2016-Capital Europea de la Cultura. La directora argentina María Alché fue seleccionada en la última edición de esta residencia con su proyecto “Te amo y hoy todo es hermoso”.

ESCAC: Formar una voz propia 

El Grado Superior en Cine y Medios Audiovisuales de la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC) fue el primer título de estas características en impartirse en España. La primera generación ingresó hace justo 30 años, en 1993. De aquellas primeras promociones egresaron los directores Juan Antonio Bayona (“La sociedad de la nieve”, “Lo imposible”), Kike Maillo (“Eva”), y Roser Aguilar (“Lo mejor de mi”), aunque también hay guionistas, actores, productores, montadores y técnicos de sonido. 

Adscrita a la Universitat de Barcelona, la ESCAC celebra su trigésimo aniversario con un cambio en la metodología pedagógica que, al sumar horas de formación, rodaje y autoconocimiento, propone “aprender haciendo”. Artiz Lekuona, jefe de Marketing y del Departamento de Admisiones, explica a LatAm cinema cómo llevarán a la práctica este nuevo enfoque: “Los lunes y martes se combinan horas lectivas dedicadas a lo académico, por un lado, y a lo personal, por otro, para conocer mejor qué inspira al alumno, cómo investiga, cómo desarrolla sus ideas y proyectos, cuáles son sus métodos de trabajo; mientras que miércoles, jueves y viernes se organizan instancias académicas en las que comienza la aproximación a las distintas disciplinas de la industria”.

Concretamente, Lekuona explica que “partiendo, por ejemplo, de un presupuesto de 3.000 euros, los alumnos tienen que contar una historia que se ajuste a ese costo de producción y que se desarrolle fuera de Cataluña. Entonces comienza el reto, el mismo que deberán asumir cuando salgan al mercado”. Para concretarlo, continúa Lekuona, “tendrán que trabajar y aprender del ecosistema de la escuela, tanto de los docentes como de sus propios compañeros”. 

Es en esta etapa en la que entra en juego la productora de la ESCAC, desde la que se impulsa la carrera y los proyectos de los estudiantes. El universo ESCAC también apoya el talento emergente a través del Laboratorio Ópera Prima, una iniciativa que da seguimiento a los primeros proyectos de sus alumnos, con la salvedad de que no sólo se enfoca en el debut del director, sino de todo el equipo: “Lo que lo hace diferente es que nosotros intentamos que sea ópera prima de todo el equipo técnico. Esta es la idea, claro que hay especialidades que no hacemos, como música, aunque haya alumnos que luego se especializan”. Lekuona destaca la importancia de que sea una ópera prima para todos y comparte la experiencia de “Eva” de Kike Maíllo: “Estábamos rondando en Suiza a -20ºC. En un momento surge un problema y nos planteamos la posibilidad de llamar a eléctricos con experiencia, pero decidimos jugárnosla de novatos y aprender en el camino”.