Locarno Industry Academy São Paulo: reflexiones sobre un escenario incierto
Locarno Industry Academy, el programa de capacitación del Festival de Locarno, regresó en 2022 a América Latina con dos sesiones presenciales en las ciudades de Morelia y São Paulo, en asociación con el Festival de Morelia y BrLab, respectivamente. Dirigida a jóvenes que trabajan en las áreas de distribución, ventas, marketing cinematográfico, exhibición y programación, la actividad busca analizar los retos que enfrenta la industria audiovisual independiente iberoamericana y del mundo a través de conferencias y tutorías con profesionales de amplia trayectoria en el sector.
Una veintena de jóvenes profesionales de la región participaron en las dos sesiones de este programa dirigido por Marion Klotz junto a la productora Sandra Gómez y la gestora cultural y consultora Julia Duarte.
Sobre la importancia de poner foco en las áreas de distribución, ventas, marketing, exhibición y programación, Julia Duarte explica a LatAm cinema: “La idea detrás de la creación de la Industry Academy es el exceso de encuentros dirigidos a la producción y el desarrollo de películas ligados a festivales internacionales. Por un lado, la producción de contenidos ha crecido exponencialmente en los últimos años. Además, y relacionado al boom de las plataformas de streaming, en los últimos años se ha experimentado un cambio en el consumo de contenido audiovisual, y esto ha dejado en evidencia que las formas de distribución y difusión que conocíamos ya no son más tan eficaces, o por lo menos, no son suficientes. De ahí la importancia de capacitar a los jóvenes profesionales para que aporten nuevas ideas, tanto para ayudar a que las obras lleguen al público como para promover un intercambio entre los modelos de difusión que funcionaron en el pasado y los que funcionarán en el futuro.”
Ana Luísa Moura (Okna Produções, Brasil), Caísa Reis (Atomica Lab, Brasil), Gustavo de Almeida (Vitrine Filmes, Brasil), Ignacio Viejo González (Storyboard Media, Chile), Jaisia Figueroa (Casa Productora Videa / Nómade, Perú), João Saldanha (Boulevard Filmes, Brasil), Lorena García (Festival Hecho por Mujeres, Mi Primer Festival, Perú), Luan Felipe (Spcine, Brasil), Maria Nela Lebeque (Cine joven cubano en el Sur, Cuba-Uruguay), Nicole Reyes Lugo (Faula Films, República Dominicana) y Ximena Beltrán (Tulip Pictures, México) fueron los participantes seleccionados para la edición celebrada en São Paulo en noviembre del año pasado.
En el marco de la actividad, LatAm cinema planteó a los participantes una serie de preguntas para descubrir su visión sobre el nuevo escenario surgido tras la pandemia y los principales desafíos que enfrenta el sector en tres áreas: producción, exhibición y plataformas de streaming. Estas son sus reflexiones.
Convencida de la necesidad de reinventar el cine a partir de los cambios vividos durante la pandemia, Maria Nela Lebeque se pregunta “¿por qué no aprovechar los aprendizajes de estos difíciles años y generar algo diferente en lugar de pretender volver al pasado?” Para esta joven programadora cubana residente en Uruguay, el diseño de audiencias y de experiencias vinculadas a lo audiovisual juegan un papel clave en el futuro del cine de la región: “En la medida que reformulemos no solo los formatos, sino también los contenidos, reconstruir un circuito independiente/art-house es una posibilidad”, pero para eso es clave tejer redes en América y el Caribe y alcanzar nichos pocos explorados, matiza. Al frente del montevideano festival Cine Joven Cubano en el Sur, Lebeque también destaca la riqueza de lo local: “Las cinematografías locales cada vez están contando más sus historias. No las grandes o taquilleras con grandes presupuestos, sino las suyas y ello está cambiando paradigmas sobre cómo nos miramos desde una postura crítica y decolonial”, dice, y si bien se cuestiona sobre “cómo mover los cimientos históricos del engranaje”, tiene la certeza de que “el movimiento ya está sucediendo.”
Por su parte, la productora dominicana Nicole Reyes entiende que los hábitos de consumo del espectador han revolucionado la forma en que se produce y se exhibe cine, “en el sentido de que el proceso de desarrollo muchas veces se ve acelerado para adaptarse al ritmo que llevan las grandes productoras”. Con respecto al cine de autor y los desafíos a los que se enfrenta, esta productora que se encarga de la coordinación y distribución de Faula Films explica: “Si bien se ve afectado por estos modelos de consumo, es en menor escala, ya que este cine no responde a una necesidad de reproducirse incansablemente para suplir una demanda que además está en constante cambio”. En cuanto a la financiación mediante fondos públicos, Reyes no cree que deba priorizarse un tipo de cine por encima de otro, pero está convencida de que “debería haber más incentivos enfocados en la distribución y exhibición, sobre todo para talentos emergentes y planes de distribución para toda la región”.
Buscamos capacitar a los jóvenes profesionales para que aporten nuevas ideas, tanto para ayudar a que las obras lleguen al público como para promover un intercambio entre los modelos de difusión que funcionaron en el pasado y los que funcionarán en el futuro.
El productor y distribuidor brasileño Gustavo de Almeida reflexiona sobre la importancia de las salas en la construcción de audiencias tras el paréntesis de la pandemia y llega a la conclusión de que la creación de experiencias es el gran diferencial frente al boom de las pantallas de streaming. “En este escenario, los blockbusters tienen una clara ventaja. Es muy fácil incitar al público a ir a una sala a ver la nueva maravilla técnica de una IP conocida. Sin embargo, existen estrategias para potenciar la capacidad del cine independiente de crear este tipo de experiencias, y la creación de conexiones entre las películas y el público. La creación/recreación de un parque sostenible de exhibidores independientes/art-house debe dar prioridad a la experiencia: lo que tienes aquí no lo tendrás en ningún otro sitio”.
Pero, además, Almeida destaca la necesidad de unas políticas públicas sólidas en la región: “Una forma de que las películas latinoamericanas destaquen en este océano de títulos es con el apoyo financiero de sus respectivos gobiernos. Incluso cuando hablamos de producción, los streamers son un inversor bastante poco fiable, ya que pueden -y lo han hecho- tirar del enchufe en cualquier momento. Los gobiernos, aunque no sean exactamente fiables, pueden proponer directrices claras para las inversiones, y las políticas públicas deberían incluir la distribución y la exhibición, lo que no siempre es el caso, para que los títulos producidos tengan algún tipo de posibilidad de luchar contra las prácticas depredadoras del ecosistema de las superproducciones”, concluye.
Otro de los participantes brasileños del Locarno Industry Academy São Paulo, João Saldanha, analiza el impacto y las consecuencias de la pandemia en el circuito de exhibición: “Lo que se observa desde la reapertura de las salas de cine es una avalancha de estrenos de diferentes perfiles, además de una necesidad operativa de los exhibidores de recuperar el pasivo dejado por la pandemia. Si sólo en Brasil las películas internacionales ya tenían una presencia extremadamente relevante en el mercado de exhibición, la tendencia es que ocupen aun más pantallas, independientemente del perfil del cine. De hecho, la sensación es que ya no existe una distinción clara entre el perfil de los exhibidores, ya que muchos circuitos independientes también programan hoy superproducciones. En cambio, no ocurre lo contrario, es decir, los complejos de perfil comercial siguen programando sólo películas comerciales”, comenta este asistente de producción en Boulevard Filmes.
Saldanha apunta a la cuota de pantalla como una de las soluciones para defender el cine independiente en la región. “En este contexto de fragmentación y fragilidad de los vínculos de la cadena audiovisual, recuperar el circuito para programar títulos independientes/de autor depende, en primer lugar, de medidas como el restablecimiento de la cuota de pantalla. Esto es lo que garantiza, al menos, que las películas brasileñas tengan espacio en el circuito de salas de cine. Además, el fortalecimiento de la relación entre los distribuidores independientes brasileños es un punto clave para un mayor diálogo y para la posibilidad de abogar por un mayor espacio autoral en las salas de cine. Por último, también son necesarias iniciativas de formación del público para garantizar el acceso a un cine más allá del hegemónico. A fin de cuentas, es este mismo público el que puede exigir a los exhibidores una programación amplia y diversa”, concluye.