MiradasDoc: intercambios sur-sur, historias personales y cuestionamientos de “la verdad”
El próximo 26 de febrero comienza una nueva edición del Festival Internacional y Mercado de Cine Documental MiradasDoc. Hasta el próximo 6 de marzo, la décimo cuarta versión del certamen se realiza de forma híbrida, con actividades virtuales de mercado y exhibiciones en el municipio tinerfeño de Guía de Isora.
Con una programación que busca conectar los sures del mundo, el certamen incluye cinco largometrajes latinoamericanos en sus competencias. En la Competencia Internacional participa el largometraje brasileño “O índio cor de rosa contra a fera invisível: A peleja de Noel Nutels”, ópera prima de Tiago Carvalho que inaugura el certamen; y los filmes argentinos “1982” del debutante Lucas Gallo y “Río Turbio”, segundo largometraje de la joven y prolífica cineasta Tatiana Mazú.
Hay un elemento común en los tres filmes, y es el uso de imágenes de archivo para resignificar la historia: el genocidio sufrido por diferentes pueblos indígenas de Brasil a manos de las políticas en el debut de Carvalho; la presencia de las mujeres en la ciudad minera que da nombre al filme de Mazú y el relato mediático oficial de la Guerra de las Malvinas en el filme de Gallo. Consultado por esta dimensión, David Baute, el director artístico del Festival, apunta que “son películas que tratan de dar un sentido diferente, una mirada desde otros valores a historias que siempre se han formulado desde una verdad, es otra cuestión que nos interesa mucho trasladar a nuestra programación”.
Asimismo, los dos filmes regionales que participan en la sección competitiva Óperas Primas también comparten una dimensión: ambas acercan historias de vida solitaria y rural. En la chilena “El otro”, Francisco Bermejo cuenta la relación de Óscar, un pescador amante de la lectura que vive solo en algún lugar de la costa chilena, y su otro yo imaginario. Por su parte, en “Piedra sola” (Argentina/México/Catar/Reino Unido), el argentino Alejandro Telemaco Tarraf cuenta un encuentro místico de un arriero de llamas en lo profundo de la Puna Argentina. “Al igual que en los proyectos que se presentan en el apartado de mercado, nos encontramos luego con esa mirada creativa hacia las historias personales, en gran parte dirigida hacia familiares o conocidos de los directores, pero también a otros personajes con historias muy humanas, rodadas desde la observación y la intimidad que consiguen los pequeños rodajes dilatados en el tiempo”, afirma Baute.
La Competencia de Cortometrajes presenta trece obras, seis de ellas regionales: las brasileñas “A fome de Lázaro” de Diego Benevides; “A morte branca do feiticeiro negro” de Rodrigo Ribeiro; “Los niños lobo” de Otávio Almeida (coproducción con Cuba) y “La espera” de Danilo Do Carmo y Jakob Krese (coproducción con Alemania); la argentino-cubana “Las partes perdidas” de Iñaki Dubourg y la franco-colombiana “Montagne Égarée” de María Alejandra Zúñiga Delgado.
Las películas de la selección tratan de dar un sentido diferente, una mirada desde otros valores a historias que siempre se han formulado desde una verdad.
El área de mercado se estructura en tres espacios: Anidocs, Surdocs y Afrolatam. Los proyectos seleccionados en cualquiera de las tres instancias participarán en un laboratorio, pitching de proyecto y reuniones de mercado. Asimismo, optarán a diferentes premios otorgados por entidades aliadas de MiradasDoc, tales como Tree Line Distribution, DocsMx, DOCSP, DocMontevideo, FilmaAfro, Diáspora Conecta o FICCali. Representantes de dichas compañías participarán como decision makers junto a agentes de canales y plataformas, como RTVE, RAI, Filmin, RTP, Movistar +, Canal Curta, Al Arabiya o YLE; distribuidoras como 3Boxmedia, ELAMEDIA, Filmmotor, Newdocs, Feelsales o Sideways Films; y festivales como EDOC, FIDOCS, FICG, Vision du Réel, AfricaDoc, FIDMarseille, CannesDoc o IDFA, entre otros.
En Afrolatam, espacio reservado a proyectos que conectan África y Latinoamérica, seis de los ocho trabajos seleccionados tienen participación de la región: “Gótico Tropical”, próximo proyecto de la chilena Camila José Donoso (Chile/Perú); “Antes do último voo” de Natália Keiko y Marcela Coelho (Brasil/Sudáfrica); “Memorias perdidas y encontradas” de Josephine Landertinger Forero (Lesoto/ Colombia/España); “Mi sueño” de Eugelande Mirabelle Bandzouzi (Congo/ Cuba); “Baba” de Harry Paul Oglivie Valles (Panamá/Estados Unidos) y “Debaixo do imbondeiro”, próximo trabajo de la brasileña Valentina Homem (Brasil/Mozambique). En esta selección, explica Baute, “domina el componente cultural, la música, la pintura, pero también la denuncia sobre la situación marginal que aún sufre la comunidad Afro en determinadas zonas de América”.
Por su parte, en Anidocs Sur, actividad para proyectos documentales que incorporan técnicas de animación, la mitad de los títulos seleccionados cuentan con participación latinoamericana: “Un cuento de salida” de Mariana Cadenas y Catarina Sobral (Colombia/Perú/Venezuela); “Que Venha A Revolução!” de Aleixo Leite (Brasil) y “Vida y muerte en Laguna Palcacocha” de Alexander Luna (Perú/Alemania). “En estas primeras ediciones de Anidocs, las temáticas que se plantean principalmente tienen que ver con cuestiones medioambientales y derechos de las mujeres. Docsur es el laboratorio que más se abre a planteamientos universales, si bien las pequeñas historias, los retratos íntimos, desde una mirada autoral, son las temáticas que nos encontramos con mayor frecuencia”, afirma Baute. Son diez los proyectos seleccionados en Docsur, cuatro de ellos regionales: los brasileños “A vida secreta de meus três homens” de Letícia Simões y “A cor da margem” de Mariana Luiza; el puertorriqueño “Nació Simón” de Pati Cruz y el colombiano “Por arte de magia” de Melissa Saavedra.
“Trabajamos mucho en la posibilidad de realizar la mayor parte del festival de manera presencial, entendiendo que el cine que programamos está realizado para verse en pantalla grande, conversar con directores y protagonistas, en fin todo ese mágico ritual que rodea al descubrimiento de una película”, explica Baute. Sin embargo, el mercado deberá ser virtual teniendo en cuenta las diversas procedencias de proyectos y decision makers. “Deseamos recuperar la normalidad en 2022, ya que el encuentro cercano entre profesionales del documental es muy necesario”, concluye Baute.