Proyectos de Argentina, Chile y Costa Rica seleccionados en La Fabrique Cinéma 2023

La cineasta argentino-costarricense Sofía Quirós Úbeda vuelve a Cannes con el proyecto de su segundo largometraje, “Madre pájaro”. Quirós Úbeda estrenó su ópera prima en largo, “Ceniza negra”, en La Semana de la crítica 2019; dos años antes, la directora había estrenado su cortometraje, “Selva”, en la misma sección. La tica Sputnik Films y la argentina Murillo Cine están al frente de la producción, la misma dupla que coprodujo “Ceniza negra”. 

Se trata de un drama protagonizado por Oliver, un niño de siete años que vive en un árido pueblo costero del norte de Costa Rica. Mientras sus padres están temporalmente en la capital, Oliver conoce a Paloma, una vecina de 25 años en quien proyecta la fantasía de una nueva mamá. Con el regreso de sus padres, Oliver enfrentará de cerca la enfermedad de su madre y el rechazo que siente hacia ella, pero la relación con Paloma y su conexión con los pájaros lo ayudarán a encontrar su propia forma de despedirse. En palabras de la directora, “esta historia es un recordatorio de que podemos acompañar la crianza sin convertirnos en la madre. Pero también honra nuestra libertad de decisión. Los personajes construyen maternidades imaginarias para sobrellevar su soledad. Oliver se aferra a su vecina para afrontar la despedida de su madre, descubriendo en el proceso su propia forma de decir adiós. No es la despedida que esperan de él, sino la única que puede llevar a cabo: en sus tiempos, con sus juegos, sus mentiras y fantasías”, cuenta en su motivación. 

Con el rodaje previsto para mediados de 2024, “Madre pájaro” viaja a Cannes en busca de alianzas de coproducción con América Latina o Europa, “especialmente (con productoras) que tengan experiencia con películas de autor, íntimas y personales. Nos interesan los países con acceso a fondos de coproducción minoritaria, fondos regionales, productoras que tengan conexiones con inversionistas y ofrezcan posibilidades de colaboración creativa, especialmente en los procesos de postproducción”, cuenta Mariana Murillo Quesada, productora de la película, en declaraciones a LatAm cinema. Otro de los objetivos del viaje a Cannes es contactar con agencias de ventas interesadas en “iniciar el trabajo conjunto de forma integral y temprana, así como con representantes de fondos, laboratorios, mercados y residencias creativas que puedan fortalecer nuestro proyecto”, agrega. El proyecto recibió el Premio Arte Kino del Foro de Coproducción del Festival de Cine de San Sebastián en 2022. 

“Los días libres” es el primer largometraje de la directora argentina Lucila Mariani, una producción de Paula Zyngierman (Maravillacine). La película está protagonizada por Bego, una niña de 10 años que vive en una zona suburbana de Buenos Aires. Comienza el verano y la ciudad atraviesa una fuerte crisis socioeconómica. Sus padres deciden enviarla a una colonia de vacaciones en la que se enfrenta a los primeros indicios de las diferencias económicas entre su familia y las de sus compañeros. Los días libres son largos y Bego pasa mucho tiempo viendo videos en Tik Tok, donde va conociendo a diferentes individuos obsesionados con la magia, las ideas de extrema derecha y diversas teorías conspirativas que alimentan su infinita imaginación y su deseo de escapar de la realidad. Decide entonces aprender a hacer desaparecer a todos aquellos que le caen mal. Pero las cosas toman un giro inesperado cuando se da cuenta de que esas fantasías y oscuros deseos se están volviendo realidad.

La película se basa en la propia experiencia de la directora durante la crisis socioeconómica de Argentina en 2001. “La hipótesis de la película pretende exponer como esas experiencias son cruciales para el crecimiento de cualquier persona a edades tempranas. En este relato ficcional, Bego aprovecha la inestabilidad de su casa para explorar los límites del bien y del mal, aún no definidos a su corta edad, buscando una identidad a la vez que explora el vasto mundo de internet. La película se tiñe así de una mirada extraña y curiosa, permitiéndole abrirse en diversas direcciones, explorando diferentes géneros (como la comedia, el coming of age, el realismo mágico e incluso el terror) y abriendo la narrativa a diferentes posibilidades, como un viaje por la ciudad a través de los ojos de un mosquito, o a través de una cañería que desemboca en un río contaminado”, cuenta Mariani en su motivación.