• Talentos emergentes (I): Laura Baumesteir (Nicaragua)

Talentos emergentes (I): Laura Baumesteir (Nicaragua)

LatAm cinema presenta "Talentos emergentes", una sección con la que buscamos descubrir a los nuevos talentos del cine latinoamericano. En esta oportunidad, ponemos foco en las regiones de Centroamérica y el Caribe presentando a cuatro directoras y cuatro directores que ya han comenzado a dar que hablar con sus primeros trabajos. Si algo caracteriza a esta generación es su fuerza e ímpetu para hacer frente a las adversidades y limitaciones propias de países con cinematografías emergentes y en muchos casos sin las adecuadas políticas públicas de fomento al audiovisual, para explorar caminos no transitados y narrar historias desde la libertad más absoluta. Los nuevos cineastas cuentas sobre sus primeras experiencias en el cine, las principales temáticas y motivaciones de sus historias, y las ventajas y desventajas de hacer cine en su país.

Antes de dedicarse al cine, la nicaragüense Laura Baumesteir se dedicó al videoarte y a realizar algunas instalaciones. Expuso a nivel nacional e internacional, en lo que fue una experiencia que le permitió seguir buscando y buscándose dentro del mundo artístico. Su primera experiencia cinematográfica fue el cortometraje “La siesta”, realizado en 2007 con ayuda de amigos y el desaparecido fondo Cinergia. Después de aquella experiencia decidió estudiar cine en Ciudad de México, en el reconocido Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). En mayo iniciará el rodaje de su ópera prima, el largo de ficción “La hija de todas las rabias”, una producción nicaragüense coproducida con México, Francia, Holanda y Alemania.

“Siento que no fue tan complicado insertarme en el cine, encontrar mi lugar; ganármelo es lo que es aún un work in progress, digamos. La forma en que llegué tiene que ver mucho sobre todo con una combinación entre salir de una muy buena escuela de cine como es el Centro de Capacitación Cinematográfica, y todas las redes y el prestigio que eso significa. Y por otro lado el venir de un país tan pequeño y tan desconocido en el medio cinematográfico como es Nicaragua. Creo que esta combinación ha contribuido positivamente a que actualmente sienta que de una u otra manera sí voy a poder contar mis historias”.

“Me interesa mucho la complejidad del ser humano y su relación contradictoria con el entorno que lo rodea. No puedo dejar de pensar en la naturaleza, esto es algo que me acompaña desde pequeña, y casi que por ósmosis se me da establecer relaciones espejo entre mis personajes y ciertos animales. Encuentro una fascinación personal por diluir fronteras, me gusta traslapar las cosas. Por ejemplo, lo interno y lo externo de un conflicto, lo real y lo onírico, lo humano y lo animal, lo civilizado y lo primitivo. Me interesa contar historias con personajes que crucen esas fronteras una y otra vez, las veces que sea necesario hasta que llegue un punto en que dejen de existir en el universo de la película (por lo menos)”.

Me interesa mucho la complejidad del ser humano y su relación contradictoria con el entorno que lo rodea.

“La ventaja de hacer cine en mi país es que de de alguna manera lo que hago y lo cuento es algo relativamente singular y exótico, y que ante lo desconocido se despierta una gran curiosidad, o sea se genera en el mundo cinematográfico una avidez, un deseo por conocer mis historias y donde las quiero contar, en este caso Nicaragua. La desventaja es lo usual, no hay suficientes colaboradores formados, no existen regulaciones que nos contengan, no hay una metodología de trabajo, no hay fondos propiamente nacionales, no hay un gremio lo suficientemente fértil y abundante con quienes crecer juntos pero aún así ahí vamos y a pesar de esto me siento profundamente desafiada por esta adversidad, y aunque no somos muchos cineastas tanto en mi país como en Centroamérica (pienso que hay que vernos cada vez más como región) habemos gente hermosa, valiosa, super comprometida que poco a poco ha plantado y así seguiremos: plantando semillas cinematográficas”.

Producido por la nicaragüense Felipa Films junto a Martfilms (México), Halal (Países Bajos) y Heimatfilm (Alemania), “La hija de todas las rabias” obtuvo el premio al mejor proyecto y los premios otorgados por EFADs-CAACI y Artekino en la última edición del Foro de Coproducción del Festival de Cine de San Sebastián. El proyecto también ha recibido el apoyo del Programa Ibermedia, del World Cinema Fund y del TFI All Access del Tribeca Film Institute.