Agrupación de profesionales realiza informe sobre cines peruanos en 2024

Instituciones, Otras - Perú

Una agrupación de profesionales del sector ha publicado “Memoria de los cines peruanos 2024”, una iniciativa ciudadana de 340 páginas que, ante la omisión por parte de la política pública, busca ser “un documento de consulta y una invitación al diálogo extendida a la comunidad del audiovisual, peruana y latinoamericana, y a la sociedad en general”.

Integrado por Andrea De la Torre Perleche, Antolín Prieto, Claudia Arteaga, Laslo Rojas, Luis Ramos y Luis Vélez, desde el equipo editorial comentan a LatAm cinema comentan cuál fue el principal desafío al que se enfrentaron: “No queríamos dejar nada de lado. Pero en un punto tuvimos que evaluar nuestras propias posibilidades y limitaciones, entonces algunos temas tuvieron que quedar fuera. Aunque la publicación es voluminosa, la idea de los cines peruanos lo es más”.

En términos de coyuntura, señala el informe, 2024 fue “un año ambivalente, con poco que celebrar a nivel social, y menos aún en temas culturales, donde una gran presión de élites conservadoras buscó socavar la diversidad cultural y social con distintas leyes y discursos”. Pero a pesar de las condiciones no favorables, se estrenaron 94 películas (19% de las cuales se realizaron en coproducción internacional), una cifra récord que viene creciendo en los últimos años (81 en 2023, 75 en 2022).

El equipo editorial tiene en cuenta el concepto estreno en su versión más amplia, no limitado a la cartelera comercial, “siempre competitiva y hostil con las apuestas nacionales”, sino que tiene en cuenta los lanzamientos en espacios alternativos como festivales nacionales e internacionales, centros académicos y culturales, pantallas al aire libre y plataformas virtuales.

La memoria identifica cerca de 60 festivales y un circuito de 54 salas alternativas donde se estrenaron el 30% de las películas. Las obras retratan 23 de las 24 regiones del país e incluyen ocho lenguas oficiales; casi la mitad fueron documentales y el 30% fueron estrenadas con aportes estatales. La brecha de género se mantiene: apenas el 15% fueron dirigidas por mujeres.

A partir de estos datos, el informe invita a la reflexión colectiva: “Los datos de la producción cinematográfica no solo nos llevan a preguntarnos qué cantidad de películas estamos produciendo, sino también quiénes las hacen, qué comunidades están representadas, cuáles son las primeras pantallas en proyectarlas, qué soportes necesitan esas pantallas. Probablemente, al compartir esta información y con una lectura —esperamos colectiva—, aparecerán más matices, más preocupaciones y, con mucha suerte, iniciativas e ideas que intenten dar solución a todo lo que esté por venir”.

En el capítulo de fondos, el equipo señala que en 2024 se cancelaron cuatro líneas concursables (Investigación, Experimental, Postproducción y Desarrollo de series); se retrasaron las convocatorias y hubo protestas por cambios en las bases “a razón de cláusulas que deslizaron posibles censuras”. No obstante, se repartió la totalidad del presupuesto, 30 millones de soles (unos 8,5 millones de dólares).

En este sentido, desde el equipo editorial comentan a LatAm cinema la falta de información sistematizada fue uno de los mayores obstáculos: “Fue especialmente desafiante conseguir información sobre los fondos internacionales o el circuito de salas alternativas, y procesarla” (…) En este sentido, el equipo agradece a Rosita Rodríguez de Ibermedia, quien facilitó información relacionada con el financiamiento internacional; y mencionan como referencias investigaciones previas, como “Las miradas múltiples” de Emilio Bustamante y Jaime Luna Victoria, o “El cine peruano en tiempos digitales” de Ricardo Bedoya; así como la metodología implementada por el portal Cinencuentro".

También en línea con lo anterior, la memoria lamenta la falta de informes estatales (Ministerio de Cultura, DAFO y PromPerú) sobre el sector audiovisual y alerta sobre el nuevo ministro de Cultura. “La alta dirección del Ministerio durante la era de la ministra Leslie Urteaga mantuvo una visión conservadora de la cultura y una actitud poco dialogante con los gremios audiovisuales. A su salida en septiembre, su reemplazo Fabricio Valencia ha asumido un mutismo extremo con respecto a políticas audiovisuales, tanto en medios de comunicación como con la comunidad, lo que acentúa la sensación de incertidumbre y desconfianza”, señala.

En este contexto, y tras la aprobación de la llamada “ley Anticine”, el equipo editorial no es optimista: “En 2025, podemos esperar que la producción no decrezca por el impulso de la producción de los años anteriores, pero el derrotero legal e institucional viene generando incertidumbre sobre el futuro del cine nacional”. Sin embargo, el valor de trabajos como el realizado no está en tela de juicio: “Si bien esta memoria demoró un año en hacerse, recupera información de casi dos años de trabajo de sistematización. Al final, la carencia de una sistematización adecuada fue una motivación para nosotros, aunque también nos dejó en claro que son las iniciativas ciudadanas las que empujan estos estudios”, concluyen. El informe completo se puede leer en este enlace.