Después de once meses de discusión y de su aprobación en el aprobada en el Congreso Nacional, el pasado 6 de diciembre entró en vigor la Ley de Cinematografía de Honduras, tras ser publicada en el Diario Oficial La Gaceta.
Con el objeto de desarrollar la industria cinematográfica, el texto de la ley prevé que el Estado “promoverá todas las medidas que estén a su alcance” para cumplir tal objetivo, a través de políticas que incluyen el estímulo de la inversión nacional y extranjera, la protección, conservación y divulgación de la cinematografía; la promoción del territorio y sus servicios para el rodaje de producciones nacionales y extranjeras; así como la formación audiovisual.
Las medidas planteadas en la ley suponen la creación de la Dirección General de Cinematografía (DGC) - el cual será monitoreado por el Consejo Nacional de la Industria Cinematográfica (CNIC); la fijación de un régimen tributario que habilite la inversión nacional y extranjera; y la creación del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FONDECI), entre otras.
El FONDECI contará con un presupuesto anual de 40 millones de lempiras (1,6 millones de dólares) que se financiará a través del presupuesto general de la República, pero podrá recibir otros aportes a través de donaciones e inversiones. Dicho fondo se utilizará para promover la formación y divulgar la cinematografía nacional, además de para financiar producciones cinematográficas.
En términos de la exhibición, la legislación prohíbe el cobro de VPF (Virtual Print Fee) a obra nacional y señala como tres semanas el tiempo mínimo entre dos estrenos nacionales en salas. Esta temporalidad prevé ser revisada en tres años.
Por otra parte, la ley prevé en su capítulo cuarto un régimen de estímulo tributario de hasta el 100% -con un tope de 100 mil dólares- a la inversión cinematográfica de largometrajes y de series de ficción. Asimismo, el texto contempla exoneraciones fiscales en la adquisición de bienes y servicios a producciones internacionales a desarrollarse en Honduras que cuenten al menos con un 30% del equipo técnico hondureño.
La Asociación de Cine Linterna Mágica, que representa a 69 agremiados, ha destacado que ésta ley cumple uno de los objetivos primordiales de su fundación. En declaraciones a LatAm cinema, Nolban Medrano, cineasta y fundador de la asociación, señala que el principal reto es “el cambio de paradigma en la gestión del arte y la cultura, pasar de la concepción del mecenazgo a la del fomento a la producción y comercialización de los productos audiovisuales, en donde la calidad de la obra esta en consonancia con el nicho de mercado al que va dirigida”. Asimismo, agrega que otro de los desafíos es “lograr que los mecanismos de fomento sean transparentes e incluyentes es una necesidad que los gestores y creadores cinematográfico en Honduras tienen como una prioridad en la redacción de reglamento de la Ley de Cinematografía”. Así que es que la organización trabajará a partir de ahora trabajarán en el proceso de reglamentación, así como en la adhesión al Programa Ibermedia.
Se trata del tercer país en Centroamérica y el Caribe que aprueba su ley de cine, después de Panamá (2007) y Nicaragua (2010).