Lanzamiento de la Red de Cines Itinerantes de América Latina en São Paulo

Festivales - Brasil

Desde São Paulo, por Cynthia García Calvo El 6° Festival de Cinema Latinoamericano de São Paulo sirvió de escenario para el lanzamiento oficial de la Red de Cines Itinerantes de América Latina, del cual participan 18 proyectos que persiguen el mismo objetivo de acercar el cine a quienes tienen dificultades de acceso, que ya han sumado 3 millones de espectadores en su largo periplo.

La idea nació a través de Cine a la intemperie, el proyecto argentino de Griselda Moreno y Viviana García que visitó veinte países en el término de casi tres años, recorriendo 50.000 kilómetros para difundir cine independiente. “En el camino fuimos encontrando experiencias parecidas a las nuestras pero con metodologías diferentes, equipos técnicos diferentes, y pensamos que sería lindo encontrarnos todos en algún momento, en algún lugar específico, para intercambiar experiencias, cosas cotidianas como por ejemplo cómo se hace para conseguir la pantalla inflable o cómo cruzar fronteras”, recuerda Moreno.

El espacio para el encuentro lo propició el Festival Internacional de Cine de Puebla, donde se reunieron siete países latinoamericanos, más Holanda como país invitado. “No sólo pudimos hablar de lo que nos pasaba, de exponer problemáticas, de buscar soluciones. Teníamos problemas diferentes pero todos teníamos los mismos objetivos: atribuíamos, confiábamos y creíamos en la difusión del cine independiente latinoamericano, y personalmente, Cine a la intemperie, creía en que nuestro proyecto y los cines itinerantes eran nuevas pantallas, nuevos caminos, maneras alternativas de exhibición”. Al final de cuatro días de trabajo quedó constituida una red “con todos los objetivos que tienen los cines itinerantes más el objetivo de potenciarnos en un trabajo conjunto”, que se lanzó oficialmente en São Paulo en el marco de su segundo encuentro.

Con Cine a la intemperie presidiendo la red, se conformaron comisiones de trabajo para avanzar en un camino conjunto que se va construyendo colectivamente, buscando determinar “el modo en que vamos a funcionar, el modo que la red va a dar beneficios para los proyectos que son miembro, y cómo esos proyectos van a beneficiar y hacer crecer la red”.

Aún en un estadio prematuro, hay varios proyectos en marcha: “Actualmente estamos trabajando en poder generar una red de contenidos y que cada uno de los proyectos tenga los materiales de los cines itinerantes. Poder constituir una metodología de ese tipo es muy grandioso, como también las alianzas, las coproducciones entre los cines itinerantes. Que Panamá coproduzca un proyecto con Costa Rica en Centroamérica ya es un beneficio de la red porque se encontraron acá, se entendieron acá. Con la red se pretende también beneficiar a los proyectos, se pretende dar talleres audiovisuales. Hay toda una serie de proyectos que todavía se están programando”.

En cuanto al aspecto financiero imprescindible para llevar adelante tal empresa, revela: “Hay una membresía para cada uno de los miembros. Ese dinero es destinado a gastos generales, por ejemplo, la creación de la web, el hosting, cosas puntuales que hay que gastar como grupo. Pero los proyectos se financian individualmente, cada uno de una forma diferente, de la forma que pueden y con la filosofía de patrocinio que le conviene. Hay proyectos que prefieren los patrocinios más sociales, otros que no. Estamos hechos de una diversidad. Y la respetamos”.

Justamente, el financiamiento es un problema compartido, pero es también un punto en común el espíritu de lucha: “Conseguir financiamiento es desgastante, monstruoso, es recibir ochocientos no. Pero todos tenemos ese ímpetu de golpear más de veinte veces la puerta. Para mí personalmente existe un alto grado de convicción en lo que hago. No puedo hacer nada sin pasión y si no estoy totalmente convencida de eso. Y cuando uno está totalmente convencido de algo es capaz de pensar que toca la luna subiéndose a un banco”.