“Roma”, “Museo”, “La camarista”, “Las niñas bien” y “Nuestro tiempo” fueron las películas nominadas al Ariel a Mejor Película de este año, máximo premio que ofrece México a su cine. A juzgar por esos títulos, se trató de uno de los años más fuertes en su historia; aunque en contraste, la ceremonia fue uno de los actos más deslucidos que se han ofrecido y en donde los resultados eran predecibles. Sin embargo, fue un gran termómetro para sentir las inquietudes que presenta la industria nacional.
Unos minutos antes de que comenzara la entrega 61 del galardón, un grupo de mujeres abarcó en su totalidad la alfombra roja con pañuelos rojos atados a la muñeca. Actrices, productoras, directoras, programadoras, periodistas, vestuaristas, distribuidoras, diseñadoras y profesionales de todos los ámbitos se reunieron para dar a conocer la iniciativa #YaEsHora, con la lectura a tres voces de un manifiesto en el que demandan paridad laboral, espacios laborales libres de violencia e inclusión de narrativas contadas por mujeres.
“Ya es hora’ es un movimiento de mujeres que se está haciendo en la industria del cine mexicano, atendiendo al despertar femenino en el que las mujeres ya estamos cansadas de abusos dependiendo a lo que se dediquen, ya sean escritoras, directoras, lo que sea. Creo que como gremio nos correspondía estar presentes y poner un alto”, expresó la nominada a Mejor Actriz de Reparto, Cassandra Ciangherotti en su paso por el encarpetado. Una de las primeras acciones de la iniciativa es llamar a las mujeres del cine mexicano a integrarse a un registro de profesionales a través de su página web.
El recorte a la cultura en la nueva administración federal, que ha golpeado duramente a los apoyos al cine mexicano, fue el tema principal en la agenda de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). Varios de los presentadores de las categorías hicieron alusión al respecto.
“Hoy vemos con preocupación los drásticos recortes en los presupuestos de las instituciones y las políticas públicas que no sólo han sido fundamentales para la cultura mexicana contemporánea, sino que han contribuido, incluso, al ejercicio democrático. La cultura no es un gasto. No es un adorno, no es un bien prescindible. Es una inversión a largo plazo. Los creadores no somos el enemigo”, dijo en un discurso el cineasta Ernesto Contreras, presidente de la AMACC.
La victoria de “Roma” en las categorías principales, las de Dirección y Película, después de cosechar premios en dichos ámbitos a nivel global, brillaron por la ausencia del director Alfonso Cuarón, quien envió un video en agradecimiento. La única sorpresa la dio Ilse Salas, quien por su papel en “Las niñas bien” ganó la estatuilla de Mejor Actriz, por encima de Yalitza Aparicio, la actriz no profesional que tuvo la atención del mundo por su trabajo en “Roma”.
Como Mejor Actor, fue Noé Hernández el ganador por “Ocho de cada diez”. En documental, fue “Hasta los dientes” (Alberto Arnaut) la triunfadora, primer trabajo de su director, quien puso en la conversación el asesinato de dos estudiantes por parte de militares. En la categoría de Ópera Prima, fue “La camarista” (Lila Avilés) la ganadora, mientras que la Película Iberoamericana de la gala fue “Pájaros de verano”, cinta colombiana realizada en coproducción con México y que compartió con “Roma” al productor Nicolás Celis. En la categoría de animación, el largometraje “Ana y Bruno” de Carlos Carrera fue el laureado, mientras que “Viva el rey” de Luis Téllez ganó como mejor corto.