La alfombra roja del flamante Centro de Convenciones de Punta del Este se extendió por primera vez para recibir la tercera entrega de los Premios Platino, que tuvo un claro dominador: “El abrazo de la serpiente”. Como sucediera en la edición anterior con “Relatos salvajes” -clara vencedora con ocho estatuillas-, “El abrazo de la serpiente” de Ciro Guerra dominó la premiación, cosechando al final de las dos horas de ceremonia, siete de los ocho premios a los que aspiraba.
“El abrazo de la serpiente” obtuvo las estatuillas de Mejor Película, Dirección, Dirección de Fotografía (David Gallego), Dirección de Arte (Angélica Perea), Montaje (Etienne Boussac, Cristina Gallego), Sonido (Carlos García y Marco Salaverría) y Música Original (Nascuy Linares).
Por su parte, la guatemalteca “Ixcanul”, de Jayro Bustamante, fue considerada la Mejor Ópera Prima. El chileno “El botón de nácar”, de Patricio Guzmán, se impuso como Mejor Documental, y el español “Atrapa la bandera”, de Enrique Gato, fue el Mejor Film Animado. El premio de Mejor Guión fue para “El club”, pelìcula del chileno Pablo Larraín, quien firma el guión junto a Guillermo Calderón y Daniel Villalobos.
En las categorías de interpretación se impuso el cine argentino. Guillermo Francella fue considerado el Mejor Actor por “El Clan”, mientras que Dolores Fonzi fue la Mejor Actriz por “La patota / Paulina”.
Finalmente, el debutante premio Cine y Educación en Valores, entregando por la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, fue para la película brasileña “Que horas ela volta?”, de Anna Muylaert, acaso una forma de paliar el olvido del film de Anna Muylaert.
Siendo los Premios Platino una premiación que procura generar un alto impacto mediático y promocionar un star system panegional, la gala tuvo el indispensable prólogo que representa la alfombra roja, donde Ricardo Darín, premiado con el Platino de Honor en reconocimiento a su carrera, fue sin duda el objetivo favorito de los flashes y cámaras.
Aún recordándose el elocuente discurso de Antonio Banderas en 2015 en pleno ascenso de la carrera de Donald Trump, el escenario volvió a ser un espacio político. En este año, las mujeres fueron la voz de denuncia. Fonzi dedicó su premio a las mujeres víctimas de la violencia y un Estado opresor, finalizando su discurso con el pedido de libertad para Belén, una joven acusada de homicidio por un aborto espontáneo; por su parte, la brasileña Karine Teles inició su intervención con el consabido “Fora Temer”. Concluyendo la ceremonia, la productora de “El abrazo de la serpiente”, Cristina Gallego, instó a los gobiernos a generar hábitos de consumo para el audiovisual de la región, comparando: “Somos campesinos haciendo productos orgánicos contra grandes multinacionales”.