La Quincena de Realizadores, sección paralela del Festival de Cannes, anunció la selección de su 49ª edición, en la que la presencia latinoamericana quedó reducida a un largometraje colombiano de la directora debutante Natalia Santa, “La defensa del dragón” y los cortometrajes “La bouche” y "Nada".
Con guion de la propia directora, “La defensa del dragón” presenta la historia de un ajedrecista que vive de apostar partidas, un relojero que no se resigna a cerrar su taller y un homeópata cuya vocación es el póquer, quienes pasan los días en el centro de Bogotá refugiados en la seguridad de sus mundos. Se trata de una producción de Galaxia 311 que cuenta con el apoyo del FDC y en su desarrollo participó en el III Taller de Proyectos Cinematográficos de Centroamérica-Caribe de IBERMEDIA en Nicaragua, y el Workshop de Tribeca-Colombia 2014.
La ópera prima de Santa compartirá sección con otros 18 largos, entre los que se incluyen, entre otros, los últimos filmes de Bruno Dumont, Jonas Carpignano, Amos Gitai, Sarunas Bartas y Claire Denis, entre otros.
Por su parte, en la categoría de cortos, las dos obras latinoamericanas, que compiten con otros ocho trabajos, están protagonizadas por expresiones musicales.
“Nada” es una obra del brasileño Gabriel Martins protagonizada por la MC Clara Lima, una de las raperas emergentes de la escena brasileña. El cineasta, que ha sido reconocido con sus anteriores trabajos de corto y largo, trabaja en este momento en el que será su próximo largometraje, “No coração do mundo”, filme codirigido con Maurílio Martins que ha sido seleccionado recientemente en el WIP del BAL. “Nada” es una producción de Filmes de Plástico, compañía familiar para la Quincena, donde se presentaron los cortos “Quintal” y “Pouco mais de um mês”, ambos de André Novais Oliveira.
El cortometraje “La bouche” es un film musical dirigido por el colombiano afincado en París Camilo Restrepo, quien estrenó en 2016 el también corto musical “Cilaos” en el Festival de Locarno. Con la violencia machista como telón de fondo, se trata de una adaptación libre de la historia del maestro percusionista guineano Mohamed Bangoura, “Diablo rojo”, quien también protagoniza el filme.