Desde Rio de Janeiro, por Cynthia García Calvo Cinesul, el Festival Iberoamericano de Cinema y Video que tiene lugar en Río de Janeiro, Brasil, finalizó su edición 2011 con una cosecha positiva para el cine latinoamericano, que fue el amplio vencedor en las categorías competitivas de documentales y en cortometrajes y mediometrajes.
El Premio Cinesul en Largometrajes documental fue para el argentino “Claudia”, de Marcel Gonnet, un film centrado en Claudia Sobrero, tristemente célebre por el asesinato del dibujante Lino Palacio, quien tras 26 años de prisión cuenta su verdad y muestra su vida en un momento de inflexión, cuando comienza a tener salidas transitorias que le dan una nueva oportunidad de reinserción en la sociedad pero especialmente de recuperación de sus lazos familiares. Paralelamente al drama narrado sin dramatismo, se reflexiona sobre el sistema carcelario y el poder de los medios para asumir el rol de juez.
En la misma categoría se otorgó una Mención honrosa a “Abuelos”, coproducción chilena-ecuatoriana escrita y dirigida por Carla Valencia Dávila, quien relata en primera persona las historias de sus abuelos, uno militante comunista chileno asesinado tras el golpe de 1973 y otro médico ecuatoriano en busca de una medicina que consiga la inmortalidad. En tanto que el público eligió a la local “Malditos cartunistas”, de Daniel Paiva y Daniel García, que pasa revista a varias generaciones de dibujantes brasileños.
El apartado de cortos y mediometrajes tuvo como ganador de ficción al cubano-brasileño “Los minutos, las horas”, de Janaína Marques Ribeiro; otorgándose una Mención Honrosa a “Paraíso terrenal”, de Tomás Weiss (Chile). En documental se eligió al brasileño “Alumia”, de Andréa Ferraz y Carol Vergolino, concediéndose menciones para “Detrás del muro”, de Eleonora Menutti (Argentina) y “Na trilha do bonde”, de Virginia Flores (Brasil). En la votación del público, los vencedores fueron la ficción “Hidden Soldier”, de Alejandro Suárez (España) y “Padre Motard”, de Neni Glock (Portugal).
Finalmente, en largometrajes de ficción se impuso “De mayor quiero ser soldado”, producción española con dirección de Christian Molina, que cuenta la historia de un niño fascinado con la violencia que desprende la TV, que terminará haciendo mella en su realidad. El público, en tanto, se inclinó por la nacional “Curitiba Zero Grau”, de Eloi Pires Ferreira, donde cuatro destinos colisionan en una fría Curitiba.