El próximo 21 de enero llega a las salas de Bolivia, “Carga sellada”, la más reciente película de la fotógrafa, guionista y directora Julia Vargas-Weise, que viene de ganar el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de la India y de exhibirse en el Festival de La Habana y en Ventana Sur.
La película es una producción de la boliviana Imagina Films en coproducción con Arte Mecánica (México), Cieca Films (Venezuela) y Lavéga (Francia) que contó para su realización con los apoyos de Conacine y el Fondo Ibermedia. Con distribución de Londra Films, el film abre el año de estrenos de cine boliviano tras haber sido lanzada comercialmente el año pasado en Venezuela. A nivel internacional, la película es representada por la hispano-peruana Quechua films.
Tras “Esito sería…” (2004) y “Patricia, una vez basta” (2005), Vargas-Weise regresa al cine con una road movie con elementos de thriller basada en una historia real. La trama sigue a un grupo de policías, comandados por el ambicioso y arribista Capitán Mariscal, que debe conducir y deshacerse de una supuesta carga tóxica que ha sido hallada en Los Andes bolivianos. El transporte de dicha carga se realiza en un tren a vapor, el cual es conducido por Agustín, un viejo anarquista. Por otra parte, una pasajera clandestina llegará a complicar el panorama a los policías y al maquinista. El escándalo por el hallazgo y posterior transporte de la supuestamente peligrosa carga genera un clima hostil de los pobladores hacia los transportadores, quienes serán abandonados por sus superiores y deberán resolver de alguna manera su angustiosa situación.
Vargas-Weise abordó esta historia motivada por dos temas, “el de la basura tóxica de países desarrollados que convierten a nuestros países en basureros, a veces con la complicidad de las autoridades locales, y el tema de los pasajeros que acompañaban la carga, confinados en un tren sin destino; la gente de los lugares por los que pasaron, que se levantó para proteger sus tierras”. “Ambas situaciones, son muy cinematográficas”, comentó la directora a LatAm cinema.
La realización de la película implicó que el equipo de producción se sobrepusiera a diferentes dificultades que el entorno presentaba, especialmente a los 4.000 metros de altura y a la baja temperatura que llegaba a -14°C. “Fue muy duro, ya que teníamos carpas precarias y locaciones expuestas al intenso frío en la noche. En cambio en el día estuvimos bajo un sol ardiente con poca o ninguna sombra. La logística fue compleja porque nuestra locomotora a vapor sacada de un museo no andaba, y había que adaptarse a los tiempos de la empresa ferroviaria que facilitaba una locomotora diesel para empujarla, que no eran nuestros tiempos. A pesar de todas estas dificultades, fue una experiencia enriquecedora y mágica en los pueblos semi abandonados, los depurados paisajes, una locomotora a vapor y la participación de los pobladores como extras”, recuerdaVargas-Weise.
El film cuenta con un elenco multinacional entre los que se encuentran el mexicano Gustavo Sánchez Parra (“Amores perros”), los venezolanos Gonzalo Cubero y Prakriti Maduro, y los bolivianos Fernando Arze, Luis Bredow, Daniela Lema y Jorge Hidalgo.