CINEPE 2014: El festival de Pernambuco apuesta por la internacionalización en tiempo de crisis

Festivales - Brasil

En su 18° edición, el Festival de Cine de Pernambuco, CINEPE, asume la mayoría de edad transformándose en un festival internacional, donde la producción brasileña convive con obras de cinematografías culturalmente cercanas. Un paso largamente deseado que se da -sin embargo- en medio de una crisis que afecta al área cultural nacional.

“Tenía este cambio en la cabeza, pero la situación económica no lo permitió. Ahora la situación tampoco es buena pero ya no teníamos alternativa y no queríamos esperar”, confiesa a LatAm cinema Alfredo Bertini, quien junto a Sandra Bertini conforma la dupla directiva y de curatoría del certamen.

La idea fue hacer una transición medida, marcándose un 50% de participación extranjera, con películas “de países que tienen intercambio con Brasil, especialmente en el área audiovisual”. Sumando en este año de cambios a un curador externo a la organización -el crítico Rodrigo Fonseca-, se ha buscado mantener la pluralidad en la programación sin temor a caer en la falta de línea editorial.

Dice Bertini: “Como el público es heterogéneo, una mezcla de clases sociales y formas de pensar distintas, nos pensamos como un festival plural, no singular. Nuestra preocupación principal es mantener esa pluralidad, la heterogeneidad del festival, con manifestaciones artísticas y estéticas diferentes. Nunca de una tendencia”.

La programación -que ronda los 30 títulos- es buena muestra de esa variedad. Algunos de los largos que participan en este año son, entre otros, la coproducción brasileño-chilena “Romance policial” de Jorge Durán, el film de época “Muitos homens num só”, protagonizado por Alice Braga; el premiado documental portugués “E agora? Lembra me” de Joaquim Pinto, la producción independiente “Mundo deserto de almas negras”, y el argentino “Todos tenemos un plan”, que se encargó de abrir el fuego de la competencia internacional de ficción contando con la presencia de su directora Ana Piterbarg y su protagonista Soledad Villamil.

En un año dificultoso para las iniciativas culturales, entre las elecciones políticas que socavan todo tipo de decisiones y la inminente Copa del mundo que atrae las inversiones de los privados, CINEPE da un paso que consideran decisivo pese a las incertidumbres.

Desde Pernambuco, por Cynthia García Calvo.