Desde Florianópolis, por Cynthia García Calvo Florianópolis Audiovisual Mercosul (FAM) festeja sus quince años con una celebración que se propone no dejar a nadie afuera. Desde que el viernes pasado “Estamos juntos”, de Toni Venturi, inaugurara oficialmente la nueva edición de FAM, el cine del Mercosur se proyecta y reúne en “la isla de la magia”, presentando una programación amplia que reúne a nuevos talentos con consagrados, ofreciendo espacios de formación y también debates en torno a distintos aspectos del quehacer cinematográfico para consumar su doble rol de festival y forum. Todo ello con entrada libre y gratuita.
Buena parte de la oferta cinematográfica de FAM se concentra en las cuatro competencias que discurren en paralelo: Mostra de Curtas del Mercosul, la mayor premiación del certamen; Mostra catarinense, centrada en la producción de cortos del estado anfitrión, Santa Catarina; Mostra DOC-FAM, de largos documentales brasileños, y Mostra Infanto-Juvenil, cortos que tienen como público natural a los más pequeños.
A ello se suma la selección de largometrajes invitados, donde se apuesta especialmente por jóvenes cineastas, como el reconocido director chileno Matías Bize, de quien se exhibió su ganadora del Goya “La vida de los peces”; el primer trabajo en solitario de la argentina Tamae Garateguy, que luego de integrar el trío responsable detrás de “UPA! Una película argentina” se despacha con una de gángsters porteños en “Pompeya”, o la inserción del cine uruguayo en el thriller policial con “Reus”, de Eduardo Piñero, Pablo Fernández y Alejandro Pi, sin olvidar a veteranos como Eliseo Subiela, de quien se presentó su aún inédita “Rehén de ilusiones”.
Un capítulo especial protagoniza el homenajeado Carlos Reichenbach, con exhibición de una muestra representativa de su trabajo que incluye “Garotas do ABC”, y un puñado de seleccionados italianos que permiten conocer otras miradas cinematográficas.
Este año, FAM apuesta fuerte por las actividades en paralelo a la muestra. El forum es el espacio de encuentro y discusión de temas que competen a la región, yendo desde el siempre indispensable análisis de las coproducciones internacionales hasta la reflexión del futuro del cine del Mercosur, ahondando en las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y la creciente demanda de contenidos digitales.
En tanto que los seminarios posibilitan que aquellos interesados en el séptimo arte puedan armarse de herramientas para poner en práctica en la realización y producción cinematográfica. Entre las propuestas se cuentan un taller de animación stop-motion, un laboratorio para la creación de dispositivos audiovisuales caseros, y una introducción a temas como la clasificación cinematográfica, la tecnología DCI a cargo del especialista Carlos B. Klachquin o la relevancia del proceso de restauración para la conservación de la memoria audiovisual.