Lima 2017: “La familia” se alza con el principal premio en un palmarés repartido

Festivales - Perú

Con una ceremonia de premiación en la que se entregaron un total de 38 mil dólares se clausuró la vigésimo primera edición del Festival de Cine de Lima, certamen latinoamericanista y enfocado al público que se celebró entre el 4 y el 12 de agosto en la capital peruana.

En la competencia de ficción el premio principal fue para “La familia” de Gustavo Rondón Córdova, un filme coproducido entre Venezuela, Chile y Noruega que explora la relación incipiente entre un padre y su hijo preadolescente. La colombiana Natalia Santa se alzó con el laurel a mejor directora por su debut “La defensa del dragón”, mientras que el premio especial del jurado recayó en “Una mujer fantástica” del chileno Sebastián Lelio.

“La novia del desierto” de Cecilia Atán y Valeria Pivato fue destacada como mejor ópera prima y “La región salvaje” del mexicano Amat Escalante recibió el premio a mejor guion. Por su parte, “Gabriel e a montanha” del brasileño Fellipe Barbosa fue destacado por su fotografía y la actriz chilena Daniela Vega (“Una mujer fantástica”) y el colombiano Gonzalo de Sarminaga (“La defensa del dragón”) fueron reconocidos en la categoría dedicada al elenco.

En la competencia documental, el reconocimiento fue para “La libertad del diablo” del mexicano Everardo González, mientras que “Los niños” de la chilena Maite Alberdi recibió una mención.

El público decidió otorgar el premio a mejor película al documental “Pacíficum, el retorno al océano” de la peruana Mariana Tschud; y reconoció en segundo lugar a “El Amparo” del venezolano Rober Calzadilla.

En la categoría de premios no oficiales, el galardón del Ministerio de Cultura a la mejor película peruana fue para “Retablo” de Álvaro Delgado Aparicio, mientras que “Wiñaypacha” y “Todos somos estrellas” recibieron exaequo la mención honrosa. En Cine del Mañana, sección para películas en estado de postproducción, el estímulo de cinco mil dólares fue para “Casos complejos” de Omar Forero.

Además del extenso programa de películas, el certamen organizó el Foro, espacio de formación dirigido a profesionales que busca dar respuesta a algunas necesidades de la industria. Este año preponderaron las actividades en el ámbito de la circulación y la exhibición. En conversación con LatAm cinema, el director adjunto del certamen, Marco Mühletaler, se refería a los desafíos: “Algo que sí queremos marcar en el foro es que el festival debe ser un espacio de encuentro, hasta ahora se ha enfocado más a la formación que al encuentro. Más que ir creciendo en secciones, queremos crecer en interconectividad”.

En paralelo a las sedes en el centro de Lima, el certamen organiza desde su primera edición una muestra itinerante en espacios alternativos como centros culturales, colegios, espacios al aire libre, centros de menores, cárceles, etc. “Buscamos que el cine que no se encuentra en las carteleras comerciales habituales pueda llegar a la gente, y que eso permita que pierda el miedo a acercarse a una sala no tan mainstream. Como festival creemos que tenemos que apostar mucho a ese lado para poder garantizar la vida del otro lado, sobre todo en un festival como este, de público”.