Entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre se celebra la 15° edición del Festival de Cali (FICCALI), que reúne en la ciudad colombiana títulos y personalidades internacionales junto a las novedades del cine nacional y del Valle del Cauca.
Diana Cadavid, directora artística de FICCALI, le comenta a Latam cinema sobre la relevancia del festival: “Por un lado, no hay nada más importante en el ejercicio cinematográfico que ver la manera en la que otras personas hacen cine, sobre todo cuando hablamos de estéticas y acercamientos formales diversos. Por otro lado, FICCALI es una plataforma para el cine colombiano. El hecho de que las películas colombianas tengan su propia competencia y, a su vez, formen parte de la Competencia Internacional, hacen que el cine nacional adquiera mayor relevancia. Me entusiasma mucho la selección que hacemos en FICCALI porque tenemos una gran diversidad de directores y directoras en diferentes momentos de sus carreras, entonces generamos diálogos muy interesantes”.
La Competencia Internacional está conformada por 12 largometrajes, tres de los cuales tienen participación colombiana. “Cavewoman” de Spiros Stathoulopoulos es una producción entre Grecia, Colombia y Estados Unidos inspirada en la tragedia “Electra” de Eurípides y ambientada durante la invasión nazi en Gracia, donde una luchadora de la resistencia planifica el asesinato de su madre. “Diógenes” de Leonardo Barbuy es una coproducción entre Perú, Colombia y Francia protagonizada por dos hermanos que viven en los Andes peruanos y parten en busca de su pasado tras la muerte de su padre. Situado en Sudáfrica, “Milisuthando” es un documental de ensayo poético y personal sobre el amor y lo que significa crecer en un contexto de racismo dirigido por Milisuthando Bongela y producido entre Sudáfrica y Colombia. Las películas en esta categoría concursan por el premio al Mejor Largometraje Internacional y a la Mejor Dirección de Largometraje Internacional.
La Competencia de largometrajes nacionales cuenta con siete títulos: “Ana Rosa” de Catalina Villar, “Diòba” de Adriana Rojas Espitia, “Entrevista laboral” de Carlos Osuna, “Las buenas costumbres” de Santiago León Cuéllar, “Nosotras” de Emilce Quevedo Díaz, “Rapunzel, el perro y el brujo” de Andrés Roa Ariza y “Besos negros” de Alejandro Naranjo, coproducido junto a España.
“El lenguaje del cine colombiano va evolucionando, es cada vez más sofisticado, no en el sentido elitista, sino más bien en encontrar su propio lenguaje. La mayoría de las dificultades para hacer cine en Colombia son financieras, pero los sistemas de producción de la industria están en constante crecimiento. Por supuesto hay mucho que discutir respecto a cómo es visto el cine colombiano, cómo se promociona, cómo le llega a la gente, pero en términos de temáticas y maneras de narrar, en Colombia están pasando cosas muy interesantes”, concluye Cadavid.